Carlos Reutemann aguarda a que "primero se acomode el partido gobernante" antes de referirse a la complicada situación política del gobierno nacional. De todos modos no deja de observar que en la Alianza existen sectores "opuestos al mensaje", vale decir a las propuestas de recortes formuladas por el ministro de Economía, Domingo Cavallo.
El gobernador no descarta que hoy mismo sea de nuevo convocado a Buenos Aires para asistir a otra reunión de mandatarios justicialistas con el presidente Fernando de la Rúa, Cavallo y demás funcionarios del gobierno central. La reunión del viernes fracasó porque los gobernadores del Pj -poco dispuestos a practicar nuevos ajustes a los empleados públicos- demandaron que antes se unifique el discurso oficialista.
El lole no esconde su preocupación por la situación y admite que el déficit cero al que quiere llegar este mismo año el gobierno podría terminar licuando la deuda de unos 380 millones de pesos que la provincia está pidiendo a la Nación. En tal sentido cabe recordar que Reutemann -antes de los recientes hechos- había venido reclamando que Cavallo cumpliera con lo acordado con su antecesor José Luis Machinea: que contribuya a paliar el déficit de la Caja de Jubilaciones de la provincia.
Las partidas de 2.350.000 pesos mensuales destinadas a ese fin dejaron de enviarse desde mayo. Esta es la deuda que más preocupa. Pero en lo que va de este año tampoco se remitieron los dos millones mensuales de los ATN. "Sólo hemos recibido papeles", dijo a este diario una calificada fuente. Algo distinto, aunque de manera muy parcial, ocurre en Promoción Comunitaria, ya que Santa Fe recibió una escasa parte del total comprometido (15 millones para este año).
El problema del "déficit cero"
Pese a todo, no es esa la preocupación central de la Casa Gris sino la dificultad que significaría asumir en el presente ejercicio el reclamado "déficit cero", al que la provincia tiene proyectado arribar en varios años. Pero el nuevo Cavallo tampoco lo conforma: todavía no se decidió a coparticipar ni impuestos ni bonos, ni a atender los distintos reclamos de las provincias, cuyos gobernadores no ven reciprocidad en los gestos que les reclama desde la Casa Rosada. Hasta el viernes el gobierno provincial estaba recibiendo un segundo baldazo de agua fría, panorama que se modificó sustancialmente ayer (ver aparte).
"A pesar de las quejas, gracias a Dios que tenemos la emergencia económica -expresó con franqueza Reutemann ayer a La Capital-, porque de otra manera no hubiéramos podido llegar". El gobernador no quiso confirmar si esta ley será prorrogada cuando expire su vigencia, en octubre. "Vamos a ver", se limitó a contestar, pero ya el senador provincial Julio Gutiérrez anticipó que tal como se están presentando las cosas "difícilmente pueda ser levantada". A la provincia le significa un aporte extra de entre 50 y 60 millones de pesos.
Reutemann ignora cómo será su agenda en las próximas horas, aunque no descarta participar en una reunión que se concretaría esta tarde en Buenos Aires, aunque ese encuentro está supeditado al previo acuerdo aliancista reclamado por el peronismo.
La Ciudad
