El gobierno nacional no consigue que le saquen el respirador artificial. Si bien se esmeró en mostrar que el encuentro de anoche con los gobernadores peronistas (llamados de urgencia a Olivos para rubricar una especie de acuerdo nacional para enfrentar la crisis) pasó a cuarto intermedio hasta mañana, lo concreto fue que los mandatarios provinciales dejaron la reunión sin respaldar explícita e incondicionalmente al paquetazo anunciado recientemente por el ministro de Economía Domingo Cavallo.
El presidente Fernando de la Rúa y sus principales colaboradores no lograron arrancarles a los representantes de las 14 provincias gobernadas por la oposición, en un encuentro -según trascendidos- donde no faltaron duros cruces entre Cavallo y sus anfitriones, un respaldo que el gobierno necesita desesperadamente. Ni siquiera quedó claro la continuidad del cónclave (mañana, como anunció el gobierno), ya que fuentes cercanas a varios mandatarios desmintieron esa información y pidieron que, antes de continuar el diálogo, el Ejecutivo consiga el "respaldo explícito" de los partidos que conforman la Alianza (ver páginas 9 y 10).
La reunión, que se inició a las 18 en la residencia de Olivos, finalizó a las 21.30, cuando los invitados advirtieron la imposibilidad de llegar anoche a consensos en torno al ajuste anunciado por el Ejecutivo nacional, sobre todo en lo referente a los recortes salariales a empleados públicos y jubilados.
Unión con todos
Los peronistas llegaron a Olivos con un documento bajo el brazo en el que destacaban la necesidad de suscribir "un pacto económico, social y político entre todos los sectores de la vida nacional que acabe con la recesión".
Durante el encuentro, el gobierno les pidió a los peronistas que brindaran un apoyo explícito a las medidas, en un intento por terminar de conformar la red de apoyo político que incluyó entre otros al presidente norteamericano, George W. Bush, y algunos sectores del radicalismo y del empresariado.
Ante el estancamiento de la discusión, los trece gobernadores y el vicegobernador de Santa Cruz se retiraron de la mesa de conversaciones pasadas las 20.30 y se recluyeron en un sector de la quinta presidencial para analizar que respuesta le darán al gobierno. Pero una hora más tarde se decidió abrir un paréntesis que, según el gobierno sería hasta mañana, y según la oposición hasta que el oficialismo se ponga de acuerdo.
Los peronistas se habían preparado durante la tarde para el encuentro con De la Rúa en Casa de La Pampa. Allí elaboraron un breve documento en el que fijaron su postura y que entregaron al presidente. En el texto aseguraron que aceptaron la invitación "por respeto a su investidura (presidencial) y por la grave crisis que afronta la Argentina", pusieron de manifiesto que "el gobierno nacional no cumplió con los respectivos anuncios de reactivación" y recalcaron que "nunca" dejaron de "ayudar" a la administración central.
"Usted señor presidente debe conducir la República, nosotros las provincias", diferenciaron los justicialistas antes de aseverar que no fueron "consultados ni participados en la elaboración de las medidas" económicas anunciadas, que "aún se encuentran en discusión en el seno de la Alianza gobernante".
La declaración concluye advirtiendo que creen "necesario un pacto económico, social y político entre todos los sectores de la vida nacional que acabe con la recesión" y se despidieron deseando que "Dios lo ilumine" al presidente.
En Olivos, De la Rúa estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo; los ministros de Economía y Trabajo, Cavallo y Patricia Bullrich, respectivamente, y el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini.
Luego de deliberar en la Casa de la Pampa, los gobernadores desestimaron enviar una pequeña comitiva y, luego de redactar el referido documento, decidieron concurrir en conjunto a Olivos para dejar en claro que tienen una posición común.
Cumpliendo a rajatabla el acuerdo de no brindar detalles sobre el texto que portaban, ingresaron a Olivos Carlos Reutemann (Santa Fe), Carlos Ruckauf (Buenos Aires), José Manuel de la Sota (Córdoba), Rubén Marín (La Pampa), Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Angel Maza (La Rioja), Juan Carlos Romero (Salta), Carlos Juárez (Santiago del Estero), Gildo Insfrán (Formosa), Eduardo Fellner (Jujuy), Carlos Rovira (Misiones), Julio Miranda (Tucumán), Carlos Manfredotti (Tierra del Fuego) y el vicegobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, en reemplazo de Kirchner, de viaje en Estados Unidos.
Durante el diálogo, los gobernadores reiteraron su posición de que no debían producirse despidos de personal ni reducción de salarios, como tampoco afectarse los fondos coparticipables, a la vez que repitieron que no están dispuestos a firmar nuevos pactos "porque no se cumplen".
Mientras el gobierno y los dirigentes del principal partido de oposición con responsabilidad ejecutiva estaban concentrados en la discusión sobre las medidas económicas, afuera de la quinta de Olivos militantes de Izquierda Unida realizaron un escrache para repudiar los últimos anuncios que contempla el recorte de salarios para los trabajadores públicos, jubilados y pensionados.
La Ciudad
