Por cuarto año consecutivo, la celebración de la Pascua judía, conocida como Pésaj, coincide con la Semana Santa, la fiesta mayor de la Iglesia Católica. La comunidad judía festeja la liberación de los hebreos de la esclavitud de Egipto, cuando Moisés encabezó la marcha a través del desierto hacia la Tierra Prometida.
Ambas fiestas tuvieron antiguamente un correlato histórico desde la Ultima Cena de Jesucristo, que se recuerda el Jueves Santo, y sus fechas se ajustaban al calendario lunar. Pero el Concilio de Nicea, del año 325, efectúo algunas modificaciones que determinaron que desde entonces no siempre coincidieran.
Los días en que caerá la Semana Santa se calculan de acuerdo con los Evangelios, que relatan que Jesús murió el 14 de Nisán del año 33, fecha en que comenzaba la Pascua judía (Pésaj). Nisán es un mes del calendario hebreo que corresponde, aproximadamente, con la segunda mitad de marzo y la primera de abril.
El Pésaj o fiesta de la libertad y la independencia, que data de 3.312 años, en esta oportunidad se extiende del 7 al 15 de abril, durante los cuales está prohibido comer o tomar alimentos hechos con trigo, cebada, centeno, avena o sus derivados que puedan haberse fermentado. En ese tiempo se lee la Hagadá, pequeño libro que narra la historia del Exodo, y se realiza un séder o cena familiar, que está repleta de simbolismos.