John Malkovich es el director de cine Friedrich Murnau en el filme de E. Elias Merhige. Para el actor de "Relaciones peligrosas", su papel le exigió ponerse en el lugar de un hombre que no vacila en hacer cualquier cosas por terminar su película. Si bien celebra un pacto con el vampiro para cuidar a su equipo, la "cláusula final" establece que el premio a la buena conducta será la posesión de la actriz protagónica, la desdichada esposa de Jonathan Hatter (otra de las tantas modificaciones que usó Murnau para no ser acusado de plagio por los herederos del novelista Bram Stoker, el autor de "Drácula". "Nuestra fascinación colectiva con los vampiros se debe a que nos gusta que nos asusten; es un tipo de excitación. Fomenta ciertos miedos o cuestiones primordiales: el miedo a la oscuridad, el miedo a lo desconocido, el miedo a un extraño. Quizá incluso a cuestiones religiosas, como perder el alma. Nosferatu es muy diferente. No es un Drácula sexy, pero eso es lo que me gusta de él. La película es, entonces, sobre el tiempo, el deterioro y la corrupción. La oposición de los personajes de Murnau y el conde hace que el filme sea muy divertido y logre el glamour de las películas antiguas", dijo el actor sobre el porqué de su participación en la película, además de revelar que ha leído casi todo lo que se escribió sobre Murnau y de haber visto todos sus filmes.
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