| El tránsito del hombre por la vida es una constante de lucha. Lucha cuando al desprenderse de la madre debe comenzar a respirar, cuando se desarrolla, cuando inicia su socialización. También lo hace en la etapa de su educación, cuando sale al mundo del trabajo, cuando debe sostener a su familia, cuando las fuerzas decrecen, e incluso cuando llega el inevitable final. Es que no tiene otro destino más en este mundo que el de la lucha, el de la permanente lucha. Hace poco ocurrió aquí una emociona... |