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Carta a una hija

Siempre, por los años que me resten de vida, va a ser el mes de la mujer. No porque lo hayan instituido mundialmente, sino porque en este mes decidiste irte con toda la valentía que te caracterizaba. Mi hija, mi gran hija, dejaste un dolor constante, adentro, un hueco bien profundo, una angustia incontable, que nada, ni nadie va a remediar. Este es tu mes, aunque para mí ya no habrá meses, ni años, sólo pasará el tiempo asimilando este dolor, recordando tu "hola ma", tu empuje, tu voluntad, tu fuerza para padecer todo lo que te toco vivir, a pesar de tus pocos años. Tu mamá te sigue recordando, adorando, amando.
Familia Gastaldi