Parece claro que en el tema de Pizzi, el cuerpo técnico auriazul no dijo toda la verdad. Porque pese a lo que expresó el Patón, que el goleador aún ayer tenía posibilidades de jugar, lo cierto es que nunca estuvo para llegar a debutar con Almagro. Es más, el delantero llegó ayer a Buenos Aires en su auto particular porque así lo decidió, después de terminar de acomodar a su familia, que llegó el sábado de Europa. Si no, no hubiera ido, según le confió a un compañero suyo. Lo que ocurre es que Bauza no quiere que nadie piense que Pizzi pueda tener algún problema físico importante, ni que nadie dramatizara su ausencia en el primer partido del campeonato, por eso lo puso en duda hasta el mismo domingo, cuando se sabe que es imposible que un jugador viaje el mismo día del encuentro para jugar. Sería una irresponsabilidad. Lo cierto es que Pizzi no está al ciento por ciento ni menos tampoco, si no igual hubiera estado para jugar. Está fortaleciendo la masa muscular de la rodilla derecha operada el año pasado y se ve que no se siente muy seguro de que no vaya a dañarse. No está nada mal que así lo haga, al contrario. Pero no hay necesidad de especular con ello, ocultando información. Sí, en definitiva, nunca es triste la verdad. G.C.
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