Juan Antonio Pizzi miró ganar a Central desde un palco de la cancha de Platense, buscando resguardarse de la lluvia torrencial en uno de los pocos metros cuadrados de techo que tiene el precario estadio de Vicente López. Había llegado el mismo día del partido y se juntó a la delegación que permaneció en Capital Federal, apenas regresó de Barranquilla.
Vestido con ropa de calle, el líder repatriado aportó por ahora una presencia en el grupo más simbólica que efectiva, ya que no integró el plantel de los que concentraron para el encuentro ante Almagro.
La expectativa que despertó su retorno al equipo de Arroyito es enorme, pero los tiempos de readaptación física del artillero no parecen ser los del ajustado calendario que impone el campeonato local.
"Estoy haciendo un trabajo diferencial, pero nada especial", le dijo Juan Antonio a Ovación, en su rápida retirada del vestuario canalla.
La esperanza de los hinchas de volver a tenerlo a Juan con la camiseta puesta y jugando ayer ante Almagro se fue diluyendo a medida que el partido se acercaba. Varias razones atentaron para que esto no fuera posible. Por un lado, el goleador tuvo que resolver cuestiones familiares en Rosario, y por el otro, tal vez lo más inquietante, es que aún no está en condiciones físicas óptimas para jugar. De todos modos, la producción de Pierucci hizo olvidar ayer a Pizzi.
"Este era el plan que teníamos desde un principio", confió Juan, al explicar que su ausencia en el partido de ayer nunca fue puesta en duda. Sin embargo, señaló: "La lesión del Rafa cambió un poco las cosas". ¿Tal vez el técnico barajó a última hora la posibilidad de que juegue? No parece razonable ya que viajó a Buenos Aires el mismo día del partido. Lo cierto es que en 48 horas Central irá por otros tres puntos en este Clausura, en su estadio ante Huracán. Una oportunidad adecuada para el redebut. Si el diablo no mete la cola, este miércoles Juanchi retornará. Así lo dijo el propio protagonista: "Si todo va bien, vuelvo contra Huracán". Los canallas esperan el momento y sueñan con hacer un gran campeonato. Y para eso, la experiencia y jerarquía del artillero es imprescindible.
La Ciudad
