Todas las miradas estaban depositadas en él. Y no precisamente porque el fútbol de Juan Domingo Sánchez iba a obrar como la cuota de fútbol que necesitaba Newell's para sortear el escollo de Los Andes. Simplemente su presencia cobraba tal significación porque era el primer partido de los rojinegros sin la presencia felina de Lucas Bernardi. Y el Ruso Ribolzi lo había elegido precisamente a él para cargar con la pesada cruz de reemplazar al patrón del mediocampo leproso, que ahora está comiendo tobillos en el Olympique de Marsella. Y el pibe cumplió, le bastaron algunos momentos de reacción en los segundos cuarenta y cinco minutos y acomodó su andar a la par del golazo de la Fiera Rodríguez y de la interminable sutileza de Larry Saldaña para sellar la historia en el Coloso. A pesar de un comienzo signado por las dudas y la imprecisión, el pibe de Villa General Belgrano de a poco recuperó sentido de ubicuidad y terminó de redondear una actuación que osciló entre lo aceptable y buena. Lejos de mostrarse como un león del mediocampo rojinegro, Pachorra Sánchez no se apartó del libreto de quitar y tocar cuando la movilidad Víctor López generaba protagonismo. En esos dos ítems sustentó la levantada del complemento y fue consecuente con la actuación del equipo a partir del zapatazo de Maximiliano Rodríguez. No fue un debut para el recuerdo, ni una producción personal para esbozar una sonrisa a la hora de la frialdad del análisis. Se nota que el pibe tiene condiciones y la chapa consumada a favor de los rojinegros en el partido de ayer le brinda el plus para otra oportunidad. Por lo tanto, se incurriría en un grave error buscar en las virtudes de Juan Sánchez al clon de Bernardi. Al fin de cuentas el chico de andar pachorriento y desplazamientos cansinos no tiene la culpa de que Newell's haya tenido que desprenderse de una de las mejores apariciones de los últimos tiempos.
| |