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 sábado, 01 de diciembre de 2007  
Piscinas seguras
Los cercos perimetrales son imprescindibles cuando hay niños. Vienen en modelos removibles o para uso permanente

Luego de tomar la decisión de instalar un natatorio, determinar su ubicación, dimensiones y mantenimiento, es necesario pensar en la protección y seguridad para toda la familia. Las vallas para piscinas fueron diseñadas para evitar todo tipo de riesgos, además, en algunos countries y barrios cerrados su instalación es obligatoria.

   Los cercos para piscinas son estructuras que pueden ser fabricadas en hierro, metal, plástico o madera y resguardan tanto a niños como animales del peligro de caer en el agua. Entre otras características deben asegurar la resistencia al manipuleo, una vida útil larga, estética, y resistencia a los agentes externos como la lluvia, el sol y los fuertes vientos.

   Los especialistas recomiendan colocar un cerco de un metro de altura como mínimo y una separación entre barrotes inferior a diez centímetros. Si además las vallas son transparentes, permiten ver lo que sucede en la piscina. En el acceso a la pileta es conveniente disponer de una cerradura con traba magnética o un pasador interno de doble acción, imposibles de abrir por los pequeños.

   En cuanto a los modelos existen diferentes variantes. Los módulos removibles y desmontables están fabricados con una malla elástica ultra resistente que se adapta al diseño de la pileta y es fácil de instalar. La ventaja es que no interfieren la visual del jardín y permiten observar qué pasa en la pileta.

   Los diseños con varillas de hierro o realizados con paneles de chapa desplegada formando aberturas romboidales generan un detalle decorativo y también cumplen con los requisitos de seguridad. Los diseños en cristal templado con postes y uniones de aluminio resultan más sofisticados pero menos seguros para los niños.

   Para cualquiera de estos modelos los parantes pueden ser de madera o aluminio y colocarse en el césped o sobre el borde de la piscina.



Cuáles elegir



  • Paneles de PVC con protección UV (no requiere mantenimiento)

  • Con vidrio transparente laminado de seguridad

  • De hierro artesanal

  • Con alambre tensado

  • Removibles con malla elástica resistente

       Los parantes pueden ser de madera o aluminio, instalados en el césped o sobre el borde de la piscina.



    Defensas removibles



    Este sistema de protección es muy seguro y está especialmente diseñado para evitar cualquier riesgo de accidente. No afecta la visual ni estética del jardín y está compuesto por materiales inalterables que no requieren mantenimiento. La ventaja más importante es que se desmonta rápidamente y en cualquier momento. Por ejemplo, cuando en la casa se celebra algún acontecimiento especial la defensa puede sacarse y luego colocarse fácilmente.

       Los parantes de duraluminio anohizado en plata o aluminio son de diseño estructural para evitar el riesgo de quiebre ante un golpe brusco y su cierre de seguridad es imposible de abrir por niños pequeños. No se oxidan y su color permanece intacto.

       El tejido de seguridad tiene un recubrimiento de PVC con protección contra los rayos UV por lo que no se estira ni desgarra siendo a su vez flexible y enrollable. Puede elegirse en negro, beige y verde.

    Las defensas no requieren mantenimiento de ningún tipo ya que están compuestas por materiales resistentes al maltrato, al agua y al cloro.

       Con una altura estándar de un metro y disponible también en 1,26 m, la protección es liviana y enrollable. Los módulos son de hasta cinco metros de largo con la colocación de seis postes en intervalos de un metro. El sistema permite tener varios accesos al área de la pileta y se adapta a cualquier forma, permitiendo reinstalar su estructura en caso de modificación del diseño del solarium o bien trasladarlo a otra piscina.

       Además de la seguridad puede lograrse una perfecta armonía de diseño, copiando el contorno de la pileta por el borde a 30 ó 60 centímetros del espejo de agua. Las defensas armonizan con el entorno de la piscina y permiten colocar el tejido más conveniente así como el color de poste preferido.

       Para colocar la defensa previamente se deben tener en cuenta algunas características particulares de la pileta tales como el tamaño del espejo de agua, el ancho y material del borde y si tiene solarium. Además si deben cercarse los cuatro lados o si existe alguna pared o cerco próximo especificando la distancia y material del piso.

       Una vez decidida la instalación del cerco se procede a empotrar los postes en insertos de polipropileno colocados en pequeñas perforaciones realizadas a cinco centímetros del filo externo del coronamiento de la pileta. En el caso de necesitar remover la defensa se proveen tapones similares al color del piso para cubrir las perforaciones de los parantes.
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