Al alcance de la mano

Inspirado, arrollador, agresivo, con hambre del gloria. Así se mostró Lanús en el partido frente a Gimnasia y Esgrima La Plata. Con el resultado puesto de Tigre-Boca (ver página 7), el equipo granate volvió a dejar en claro que no le tiembla el pulso en el camino al título. Por eso el aplastante 4 a 0 lo dejó más cerca que nunca de su primera coronación en el fútbol grande.

   Ahora, en el capítulo decisivo, el domingo próximo visitará a Boca, mientras que Tigre jugará ante Argentinos Juniors. Lo peor que le puede pasar al equipo de Ramón Cabrero (ya se aseguró el primer puesto) es tener que ir a un desempate, pero eso sólo ocurrirá si pierde ante los xeneizes y el Matador de Victoria suma de a tres frente al Bicho. Cualquier otro resultado le garantizará a los granates la consagración.

   El primer tiempo tuvo 35 minutos muertos en los que el nerviosismo dominó a Lanús y Gimnasia hizo su negocio, que fue esperar y apostar al contraataque.

   En esos 35 minutos, más allá de alguna jugada individual de Sebastián Blanco o Lautaro Acosta, el local no inquietó a Sebastián Cejas, a pesar de que en los primeros 10 minutos fue el equipo más prolijo.

   Por entonces el local padeció la ausencia momentánea de su cerebro, que es Diego Valeri, y además tuvo la desventaja de que la pelota no le llegaba limpia a Sand.

   Todo cambió cuando el mejor jugador del anfitrión en esa etapa inicial, que fue Blanco, desbordó, envió el centro y José Sand metió un frentazo para poner a los de Ramón Cabrero 1 a 0 arriba.

   A partir de ese momento, de aquel partido trabado quedó muy poco. Los espacios aparecieron y de esa forma ambas áreas empezaron a ser transitadas con mayor frecuencia, aunque ninguno consiguió quebrar la valla contraria y ambos se fueron al descanso con Lanús arriba por un gol.

   Muy lejos de refugiarse cerca de Carlos Bossio, Lanús fue a buscar el segundo gol y estuvo a punto de conseguirlo muy rápido.

   De todos modos tuvo que esperar hasta los 6’ para volver a festejar, cuando Sand, justificando su instinto goleador, capturó un rebote en el área, fusiló a Terremoto Cejas y estiró la diferencia.

   El Lobo platense, que poco había mostrado hasta allí, tras el segundo gol de Lanús quedó destruido anímica y, sobre todo, futbolísticamente, lo cual fue aprovechado por el local para acentuar la supremacía a través de un toque sutil de Valeri.

   La frutilla del postre la puso Nelson Benítez al concluir con un zurdazo cruzado una destacada maniobra colectiva.

   El candidato terminó como dueño absoluto del partido, reguló el trámite y construyó una victoria contundente e importantísima para sus aspiraciones al título, que le quedó al alcance de la mano. l