No pudo llegar a la meta

Galloni se propuso sumar en su debut pero falló y, peor aún, Central no mejoró

Aníbal Fucaraccio / Ovación

La presentación de Hugo Galloni en su tercer interinato al frente de la primera canalla no arrojó una conclusión favorable. Durante la semana el entrenador apuntó claramente que el objetivo de Central era al menos sumar en su visita a Sarandí. El equipo no lo hizo, la meta no se cumplió y todo lo demás será materia de discusión hasta el choque del viernes con Lanús.

Pero más allá del resultado que condiciona de base cualquier intento de análisis, la producción del conjunto auriazul estuvo lejos de transformarse en un mojón referencial que logre implantar un punto de inflexión en el torneo Apertura.

Es difícil, casi injusto, señalar las falencias de producción cuando Galloni no es el padre de esta criatura. Sin embargo, hay que asumir que esta etapa de transición se extenderá hasta el cierre del Apertura y si la reacción no aparece Central comenzará muy exigido el próximo torneo, con la soga demasiada ajustada al cuello.

Ante Arsenal los canallas no generaron situaciones de riesgo, repitieron alarmantes síntomas de anemia ofensiva y sólo se acercaron con peligro a los 8 minutos del segundo tiempo, a través de una entrada de Zelaya por derecha que Mosquera logró desviar al córner. Demasiado poco como para dibujar un nuevo horizonte.

En el aspecto táctico, Central se exhibió como un equipo largo y sin poder de fuego, con sus líneas muy separadas y los delanteros aislados a la buena de Dios. Messera nunca se transformó en conductor, no se formaron sociedades útiles, y Belloso y Zelaya se perdieron en el pantano de la impotencia.

Atrás sólo Raldes transmitió algo de confianza pero se percibieron grietas que terminaron condicionando el resultado y la suerte de Galloni en su regreso a Central.