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 domingo, 01 de julio de 2007  
El mítico Pierre Cardin cumple mañana 85 años

Nunca fue modesto. Incluso dice de sí mismo que es el único que tiene un floreciente negocio con su propio nombre, que a los 30 años ya empleaba a 400 personas y que en total creó 11 perfumes. Pierre Cardin, el diseñador que mañana cumplirá 85 años, hasta abrió un museo hace pocos meses para dejarle a la posteridad un legado de su singularidad.

    En este panteón de la moda en el suburbio parisino de Saint-Ouen hay más de 140 modelos que creó el modisto, desde los más bellos hasta los más excéntricos.

   En 50 años, Cardin construyó un imperio que es envidiado por más de un colega. A fines de los 90, este diseñador de moda y hábil hombre de negocios tenía contratos en 140 países con alrededor de 1.000 licenciatarios y más de 200.000 colaboradores a nivel mundial.

   El verdadero nombre de este hijo de un comerciante francés de vinos es Pietro Cardini y nació cerca de Venecia. Inició su carrera como contable,

   Primero trabajó como ilustrador en la casa Paquin en París, poco después se pasó a Christian Dior donde fue uno de los colaboradores más significativos y talentosos.

   En 1959 fue el primer diseñador parisino que lanzó su colección de prˆt-à-porter, reemplazó la costura manual por máquinas y comercializó su nombre en rubros como accesorios de moda, relojes de pulsera, mantelería, ropa de cama, toallas, porcelana, cerámica, cubiertos, textiles para muebles, tocadiscos e interiores de automóviles.

   En 1969 compró un viejo teatro cerca del palacio presidencial del Elíseo y lo transformó en el Espacio Pierre Cardin, un centro cultural con salones de conferencias, un restaurante de lujo, una galería de arte y salones para presentar sus colecciones.

   Cardin puede relajarse ahora con su castillo en Lacoste, en el sur de Francia, y un palacio en Venecia, sin olvidar sus 125 millones de euros.

   ¿Qué hará algún día con su patrimonio? Será para una fundación con el objetivo de erigir hospitales Pierre Cardin: “La mejor manera de influir sobre la miseria de este mundo”.

   Como embajador de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura se ocupó de cinco niños hasta que fueron mayores de edad.

   “Compartí seis años de mi vida con Jeanne Moreau, estábamos muy enamorados. Cuando yo era un hombre joven, fui de verdad muy exitoso en el amor. Y hubo más gente enamorada de mí que al revés”. Un hombre seguro de sí, sin duda.


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