Un obstáculo más en el camino

Más que un proyecto, la autopista a Córdoba parece un símbolo de las trabas burocráticas y los problemas de gestión. La anhelada conexión vial comenzó a gestarse en mayo de 1997 y ya cumplió sus primeros 10 años de vida. Es decir que si se computan los años de obras por la extensión de la traza (379 kilómetros), se construyeron 31,5 kilómetros cada 12 meses. Y cálculos oficiales estiman que recién podría finalizarse a fines de 2009, debido a la demora por impugnaciones en la licitación del tramo de 48 kilómetros que pasa por Marcos Juárez.

El proceso quedó en foja cero en el segmento comprendido entre Leones y el arroyo Tortugas. El gobierno, a través de Vialidad Nacional, rechazó la oferta de la empresa CCI Construcciones y desestimó a Benito Roggio. Se estima que el nuevo llamado podría efectuarse en julio. "Todas las empresas oferentes se impugnaron entre sí y Vialidad Nacional la declaró desierta", señaló el representante en Capital Federal de la Casa Gris, Héctor Cavallero, y consideró que ante esta impugnación de oferentes y la decisión del Ejecutivo, la autopista "no estaría lista hasta diciembre de 2009".

Pero aún resta otro obstáculo que puede empantanar los plazos. El gobierno nacional debe expropiar 130 kilómetros de tierras entre Villa María y Carcarañá, particularmente el sector comprendido entre Villa María y Ballesteros, donde en más de 21 kilómetros la traza aún no ha sido liberada.

Algunos propietarios de tierras por donde está previsto el paso de la autopista habrían solicitado 15 mil dólares la hectárea como valor de cambio para la expropiación.