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sábado,
05 de
mayo de
2007 |
Absueltos por
pruebas de ADN
La Justicia de los Estados Unidos debió absolver a unos 200 presos que habían sido condenados en forma errónea. Las penas debieron revertirse tras comprobarse través de exámenes de ADN la inocencia de los acusados. El último de esos casos fue Jerry Miller, de 48 años, un convicto de raza negra sentenciado a 45 años de cárcel por una violación que, tras los estudios, se comprobó que no había cometido. Pero ya había pasado 25 años en una cárcel del estado de Illinois.
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