Alerta de trabajadores del Hospital Italiano

Personal del Hospital Italiano Garibaldi de Rosario se reunió ayer para pedir a las autoridades un plan de salvataje del centro de salud debido a la difícil situación financiera que enfrenta la entidad y el temor que expresaron de que se produzcan despidos masivos.

   Luego de un día cargado de nerviosismo, a última hora de ayer un grupo de empleados autoconvocados del hospital realizó una asamblea en la sede de una institución de la comunidad italiana en Rosario. Tras un diagnóstico de la situación, donde se barajaron millonarias cifras de deuda del centro de salud, analizaron la posibilidad de pedir la intervención del gobierno provincial para que se haga cargo de la institución, alternativa que ya fue aplicada en la capital santafesina con el Hospital Italiano hace seis años.

   El encuentro fue precedido por una versión que indicaba que el sanatorio se había presentado en concurso de acreedores, lo que se disparó la reacción de los empleados, lo cual fue desmentido. De todos modos, desde distintos sectores del mercado de la salud se admitió que el establecimiento arrastra problemas financieros, y eso motivó que desde distintas instancias se explorara la alternativa de una asistencia por parte del gobierno provincial o del mismo gobierno italiano.

   Los trabajadores aseguraron que los problemas también se evidencian en el pago de los salarios. Señalaron que actualmente los sueldos se cobran en tres o cuatro veces y los empleados todavía no percibieron el aumento del 19% otorgado al gremio de la sanidad a fines del año pasado.

   El Hospital Italiano Garibaldi de Rosario es una sociedad de beneficencia de la comunidad italiana. Con el objetivo de salir de este difícil escenario, a fines de abril los trabajadores se dirigieron al consulado de ese país en Buenos Aires para plantear su realidad y le presentaron a las autoridades una nota con la firma de 350 empleados en las que se pedía ayuda al gobierno italiano. Luego se realizó una reunión entre el consejo directivo del hospital y el consulado local pero no se arribó a ninguna solución.

   Otra de las posibilidades, que surgió desde el sector de los médicos, es que cada profesional facture directamente a las obras sociales y no a través del hospital, para así cobrar en forma directa. Sin embargo, esta alternativa es criticada por el resto de los trabajadores del centro de salud bajo el argumento de que si las obras sociales no pagan —como sostienen desde el consejo directivo— directamente cortarían el servicio. “Eso arruinaría más al hospital”, advierten camilleros, mucamas, enfermeros y trabajadores del área administrativa.

   Los trabajadores del hospital ubicado en Virasoro y Entre Ríos manifestaron su preocupación y también su bronca: . “Hay familias que viven de este sueldo, hay gente que se tiene que jubilar pero no puede porque los aportes patronales no están”.