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sábado,
05 de
mayo de
2007 |
La falta de sentido común
En el suplemento Mujer del 22 de abril leímos una nota de Jorge Besso, titulada "Sentido común”. Si así se lo quiere calificar, el sentido común es lo más escaso en la mayoría de las personas. El sentir posee múltiples facultades, no sólo por la combinación de los órganos sensibles, vista, oído, tacto, etcétera. El sentido común o el sentido de los sentidos, denominados externos, que equivalen a conciencia, criterio, conocimiento, etcétera, son sensaciones que demuestran la perfección de la interioridad psíquica. Aclaremos que para interpretar estos interrogantes se necesita una más o menos delicada atención ya que se trata de conocimientos no muy comunes. Pero el hombre que se lo quiera proponer está capacitado para reflexionar con sutileza sobre aquello que no pase de una mera hipótesis, es decir, descubrir la realidad de las cosas. Si pretende conservar el porte de tal a lo largo de su vida, tendrá que estar permanentemente acompañado del sentido común. Y si se dedica en especial a la política, sin excusas deberá demarcarse los límites de su accionar sin que nunca traspasen las líneas de la ética. No hay que perder jamás el respeto al pueblo, clave y llave que conforman un monolítico pedestal. No hay que perder nunca el sentido común político, aunque el rival sea amenazante e irónico. Los encumbrados en el poder deben dar el ejemplo, razonar con juicio ecuánime las propuestas del adversario. También deben mantener siempre las distancias lejos de filias y fobias, buscando constantemente respuestas racionales sin condicionamientos. Si el camión volcó, allá el caminero y su vehículo.
Roberto Linares
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