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 sábado, 14 de abril de 2007  
Tiro a quemarropa en el robo a un supermercado

Ariel Etcheverry / La Capital

“Tirate al suelo y dame el «fierro»”, fueron las palabras que pronunció el delincuente mientras apuntaba con su arma al empleado del supermercado de Aurora al 2800, en la zona sur de la ciudad. Pero tras esa orden, sobrevino lo peor. El ladrón no dio tiempo a nada, jaló del gatillo y corrió hasta la caja de donde se llevó unos 300 pesos. Daniel Romero, de 27 años, quien hacía tareas de vigilancia en el lugar, pero no estaba armado, recibió un balazo a quemarropa que le atravesó el pecho y de milagro no lo mató.

  Romero evolucionaba bien en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, pero su estado era delicado. Sus allegados contaron que el muchacho llegó hace pocos meses de la ciudad de Santa Fe sin trabajo y hacía apenas dos semanas había conseguido una changa en el súper Aurora, cuyos dueños son de nacionalidad china. Ese laburito consistía en permanecer dentro del negocio para vigilar.

  El asalto se produjo cerca de las 21.15. A esa hora había cinco personas en total, contando a los empleados de panadería, carnicería, fiambrería y al dueño del comercio, Lia Uen Tao, quien estaba con su mujer. El negocio estaba a punto de cerrar y ya no quedaban clientes. El delincuente ingresó al local sin efectuar ningún movimiento extraño. Pasó por delante de la caja, donde estaba Tao, y se dirigió directo hacia la parte trasera, donde está la carnicería.


Como un policía
Según contaron empleados del súper que hablaron con La Capital, “el tipo parecía un milico”. Tenía el pelo muy corto, llevaba una campera azul muy parecida a la de los uniformes policlales y un pantalón de vestir color marrón oscuro. El propio Tao contó, en español muy rudimentario y con la ayuda de señas, que el hombre presentaba todo el aspecto de un efectivo policial.

“Por eso no me llamó la atención. A la hora de cerrar siempre pasa algún policía a comprar”, balbuceó en español Toa. Lo cierto fue que el hombre llegó hasta el fondo del negocio y se paró muy cerca del mostrador de la carnicería.

“Estábamos con este chico (por Romero) conversando. El estaba apoyado sobre el mostrador, cuando apareció ese hombre (por el ladrón). Creí que era un policía que venía a comprar algo, pero enseguida sacó un arma y le apuntó al muchacho, pidiéndole que entregue el chumbo”, rememoró Antonio, encargado del expendio de carnes. De acuerdo a su relato, el ladrón no esperó respuesta y apretó el gatillo.

Fuentes de la seccional 18ª opinaron que la agresión tal vez se haya dado ante alguna actitud de resistencia que opuso Romero. Lo cierto es que tras fusilar al vigilador, el ladrón le aplicó dos culatazos en la cabeza y luego se dirigió hacia la caja donde le ordenó a Tao que entregara la plata. Unos 350 pesos fue el botín que juntó para luego darse a la fuga en una moto, cuyo conductor lo aguardaba en la vereda.
Perforado y a salvo
Romero fue derivado en una ambulancia del Sies al Clemente Alvarez, donde lo operaron porque el proyectil había tocado un pulmón y una costilla. Según fuentes del caso, la víctima se recuperaba y estaba internada en una sala común. En tanto, la policía encontró en el lugar del asalto un casquillo de bala calibre 9 milímetros, con que habrían herido a Romero.
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