Capacitan al personal de los comedores comunitarios

El principal objetivo es tratar temas como nutrición y seguridad alimentaria

Combatir el hambre no es una tarea fácil. Este tema fue tratado en la Primera Jornada de Capacitación en Nutrición y Seguridad Alimentaria para voluntarios de comedores comunitarios y el taller de Identidad Nacional, que organizaron las fundaciones Banco de Alimentos, Soledad Pastorutti y Cáritas Rosario.

Estas actividades se enmarcan en un conjunto de acciones que se desplegarán hasta diciembre. La capacitación se lleva adelante mediante el programa "Te canto la posta" que tiene como objetivo fundamental capacitar a los voluntarios que integran algún comedor o centro comunitario.

El programa, que fue declarado de interés educativo por el Ministerio de Educación de Santa Fe, consta de dos etapas: en la primera se capacita en nutrición y seguridad alimentaria a los trabajadores de estos centros, y en la segunda se desarrollan talleres vinculados al reconocimiento y afirmación de la identidad nacional.

La idea es que los encuentros se repitan en distintos lugares de la ciudad y de la provincia. "Hemos realizado varios formatos para variar nuestro público. Se trata de que alumnos de diferentes escuelas o voluntarios de otros lugares de la provincia puedan hacer uso de los talleres que organizamos. La intención es crear un vínculo solidario con otras organizaciones con las que tomamos contacto a través de nuestros miembros", remarcó el vicepresidente de la Fundación Banco de Alimentos, Jorge Abboud.

La institución, de pocos meses de vida en Rosario, tiene una importante trayectoria internacional. Está integrada por nutricionistas, psicólogos y empresarios que aportan sus ideas y propuestas además de cruzar un vínculo con otras organizaciones de la sociedad civil.

Esta fundación integra la Red Argentina de Banco de Alimentos que recibe donaciones de empresas multinacionales y los distribuye entre quienes más lo necesitan. Intentan así crear una herramienta para combatir el hambre en los sectores de mayor riesgo y vulnerabilidad.

En general reúnen alimentos que están aptos para el consumo pero que por alguna causa no pueden ser comercializados, ya sea por una fecha de vencimiento a corto plazo o por daños en sus etiquetas o envoltorios. La organización los recibe, los almacena y los redistribuye de acuerdo a las necesidades de otras organizaciones.

En el marco de la responsabilidad social que a las empresas les compete, este tipo de aporte hace que se distribuyan anualmente más de 500 mil toneladas de alimentos. Más de 400 bancos de alimentos funcionan en el mundo y asisten a más de 20 millones de personas, pero la fundación necesita del aporte empresario para que más gente pueda ser alimentada. Por eso, todas las empresas que deseen incorporarse a la actividad pueden escribir a [email protected].

Las personas interesadas en recibir la capacitación para comedores (la próxima se realizará en mayo) pueden anotarse mediante la misma dirección.