Sustancia para rellenos faciales desarrollada entre Argentina y Estados Unidos

La investigación se efectuó en el Hospital de Clínicas. Nuevas tendencias en cirugía

Clarisa Ercolano / La Capital

Los mitos en el mundo de la cirugía plástica están empezando a caer. Llegar hasta el quirófano en busca de una mejor imagen personal ya no es visto como una frivolidad, sino como un derecho que no es privativo del sexo femenino. La nueva tendencia busca intervenciones cada vez menos invasivas, con menor tiempo de recuperación, y sobre todo, intentando preservar los rasgos que definen la personalidad. En el marco del XXXVII Congreso de Cirugía Plástica realizado el pasado fin de semana en Rosario, el doctor Patricio Jacovella, sub-director de la carrera de especialista en Cirugía Plástica de la UBA, presentó una nueva sustancia inyectable para implantes faciales desarrollada en el país. La hidroxilapatita de calcio es el resultado de una investigación conjunta entre los EEUU. y profesionales del Hospital de Clínicas.

“Norteamérica nos permitió este trabajo conjunto en el plano de la investigación científica”, dijo Jacovella a La Capital y agrega que “todos los pacientes que se sometieron al procedimiento volverían a realizarse la intervención”. Argentina fue el país elegido para dar testimonio científico de la efectividad del nuevo material y el doctor Jacovella fue el responsable de conducir los estudios.

Los resultados de la investigación fueron publicados a fines del 2006, en la revista que edita la American Society of Plastic Surgeons (Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos), donde se resaltan las propiedades de la nueva sustancia. De los resultados del estudio surge que es ideal para el relleno de tejidos blandos, lo cual la hace altamente recomendable para todo lo referente a relleno facial de surcos o arrugas, por cuestiones estéticas o reparadoras. El producto, testeado íntegramente en el Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires, permite rellenos faciales más duraderos (de 12 a 18 meses), altamente biocompatibles y con una baja tasa de eventos adversos, a una relación costo/beneficio razonable.

La sustancia ya fue aprobada por la FDA (Food and Drug Administration de Estados Unidos) y por la Anmat. Por no tratarse de una cirugía, el tratamiento es ambulatorio, se puede practicar en el consultorio y sólo se emplea anestesia local.

Las ventajas. Jacovella aclaró que este tipo de tratamiento no sólo se utiliza para rellenos faciales, sino que “permite incorporarse en la cirugía reparadora, e inclusive, corregir formas de la nariz sin bisturí”. La sustancia es semi permanente y una vez colocada sólo requiere ínfimos retoques cada dos años.

Otra de las ventajas es que no se trata de una sustancia que paraliza el músculo, sino que actúa rellenando y atenuando. “Al no paralizar, se conservan mejor los rasgos que brindan expresividad al rostro”, apuntó el médico, y agregó que puede utilizarse también para “mejorar las facciones de los pacientes con HIV que padecen deterioro físico”.

El especialista planteó además que se abren nuevas posibilidades en el mundo de las cirugías. “Cualquier persona tiene derecho a verse un poco mejor. Buscamos que sea un servicio y que cada vez sean más accesibles y con menos complicaciones postoperatorias”.

En cuanto a los métodos cada vez menos cruentos, el médico destaca el uso del láser o puntas de diamante para mejorar imperfecciones de la piel, las botas de drenaje para las piernas y otros como el ultrasonido y la mesoterapia sin agujas para atacar la adiposidad localizada, aunque aclara que ante casos de excesos de piel o flacidez, “nadie escapa al bisturí”. “Estos métodos tienen buenos resultados, pero el médico debe aconsejar al paciente, porque no todos se solucionan con ellos”, dice el profesional, y resalta que hay que tener en cuenta la edad del paciente, el cuadro que presenta, las características hereditarias y el estilo de vida.

Jacovella reconoce que cada vez son más los jóvenes que llegan a la cirugía. Y que ya no es más una exclusividad de las mujeres (que demandan fundamentalmente aumento de mamas y liposucciones), porque los varones recurren hoy al rejuvenecimiento facial. “Las mujeres desde los 25 años buscan acceder a algunas mejorías, como aumentar el volumen de los labios y borrarse lineas de expresión”, dice el médico, que además habla de una “presión social” que exige tener cada vez mejor imagen y sentirse más joven.

Finalmente advierte frente al auge de exponer procedimientos quirúrgicos por televisión, que “si la persona ve estas operaciones y siente que eso no se lo hace, tiene que hacer caso de esa sensación, más allá de que muchas cosas están montadas como si se tratase de un show”.

La cirugía se reemplazará por técnicas mini-invasivas.