"Grabé las canciones como en los 70, con todos los músicos en la sala"

Coti Sorokin cuenta cómo es su cuarto CD solista, "Gatos y palomas", recién editado. El rosarino establecido en Madrid asegura que es su disco más amplio y sanguíneo

Coti Sorokin asegura que el título de su cuarto disco, "Gatos y palomas", nace de su contacto con el lado "cotidiano, terrenal y realista de un gato", pero sin perder "el vuelo soñador de una paloma". Esa mezcla, dice en una entrevista con EFE, se traduce en su álbum "más amplio", que se editó ayer en España y en Argentina.

El rosarino afincado en Madrid desde hace cinco años y que hoy su nombre artístico se reduce sólo a Coti, también afirmó que retomó "un sonido más sanguíneo, más esencial", grabando las 14 canciones de este último trabajo "como en los años 70, con todos los músicos en una misma sala". Lo hizo, además, sin las colaboraciones que en su disco anterior, "Esta mañana y otros cuentos", le ayudaron a vender más de 300.000 placas en España.

Coti, asociado por aquel álbum a otros artistas como Paulina Rubio y Julieta Venegas en canciones como "Nada fue un error", promociona ahora "Gatos y palomas" con su single "Canción de adiós", una despedida "que es en realidad una bienvenida a algo nuevo, a un cuaderno en blanco", explica. Esta balada, añade, propone "una manera de empezar con algo que no tiene cabida en muchas emisoras y que nadie espera de Coti". Pero también reconoce que, cinco años después de debutar como solista, "como en el primer disco, la lírica sigue siendo preponderante", aunque "Gatos y palomas" siga con las melodías suaves y pegadizas que caracterizaron su trayectoria.

Esta vez el cantautor argentino tenía ganas de hacer un disco más personal y, aunque un disco como el anterior, en vivo, daba mucho pie a las colaboraciones, "llega un momento en la carrera del artista en la que hay que liberar la intuición propia, sin muchas opiniones externas", asevera.

Aún así, Coti asegura que sigue cuidando el sonido, "intentado buscar cosas nuevas, como una orquesta, cuerdas o un bandoneón, que nunca había utilizado antes", al tiempo que habla de "una nueva etapa" a la que da el disparo de salida "Gatos y palomas".


Un hombre dual
Así el autor de Antes que ver el sol compone y produce todos los temas del disco de manera que encuentra en esta expresión más íntima de su ser otro eje sobre el que giran sus composiciones la dualidad entre España y Argentina como demuestran los temas Como tangos en Madrid o Buenos Aires

La capital española, en la que se inició discográficamente en 2002 tras pertenecer al grupo de jazz fusión rosarino Luz Mala, le aporta "una nueva visión de las cosas y de la música", pero eso "no quiere decir que uno no eche de menos sus raíces". De hecho, Coti es más partidario de entender el mundo de la música en castellano como un espacio diáfano, en el que, "aunque está muy bien que haya intercambio de grupos de un lado a otro del Atlántico, lo ideal es que se dé la fusión y que la música experimente sinergias en ese encuentro".

A través de la canción "Inmigrante", el artista intenta paliar cierto "desconocimiento de la memoria histórica" y dar una visión en la que "los emigrantes que llegan de países como Argentina quizá no estén yéndose de su país, sino volviendo a aquel del que un día tuvieron que marcharse".

Como segundo single, a Coti todavía le cuesta decantarse por una canción concreta y menciona "Las horas" -en la que, como el libro de Michael Cunningham cuenta tres historias-, "Mi espacio" o "Suéltame" como posibles opciones. En cualquier caso, como ya hizola semana pasada en un pequeño concierto de presentación en Madrid, se muestra entusiasmado por sacar ese "sonido originario y original" de los nuevos temas en el sonido acústico que le gusta desarrollar en directo.

Coti Sorokin lanzó su nuevo álbum desde España.