Secreto en reunión

Mauricio Tallone / La Capital

Parecía que era una práctica más del plantel de Central de cara al partido de hoy ante Estudiantes. El paisaje en la ciudad deportiva de Granadero Baigorria invitaba a un entrenamiento sin mayores novedades, sobre todo porque Riquelme ya había confirmado el equipo.

Pero en Central nada es lo que parece. Es un universo insondable en el que todo puede pasar. Lo que se vivió en los últimos días con la elección del sucesor de Gorosito es una muestra de estas indefiniciones (ver aparte). En ese contexto, no causó sorpresa que en plena sesión táctica irrumpiera en la cancha el secretario general Gonzalo Estévez. Acto reflejo, la presencia del dirigente disparó una montaña de rumores. Es que todavía hay varios cabos sueltos en torno a lo que dijo Riquelme, quien el martes puso bajo sospecha la preparación física y el cuidado personal de los jugadores. Los máximos referentes se sintieron tocados y salieron al cruce negando que el equipo estuviera mal físicamente y mucho menos mal descansado. El único que se plegó a un silencio hospitalario fue el Kily. Las idas y vueltas del nuevo técnico y la posible continuidad del Topo también alentaron trascendidos sobre la presencia dirigencial.

Todo sucedió en el terreno de lo potencial hasta que el propio Estévez se acercó hasta el Kily, Belloso y Castellano, quienes en ese momento hicieron un alto en la práctica. Los cuatro se sentaron a charlar en el medio de la cancha cerca de 20 minutos. Casi no trascendieron los detalles del diálogo. Al final del encuentro Estévez les dijo a los periodistas "yo ya hablé con quienes tenía que hablar y ahora son ellos (los jugadores) los que tienen la palabra". Los jugadores, obviamente, tampoco abrieron la boca.

Según cuentan, la charla se desarrolló en buenos términos, más allá de los gestos ampulosos del Kily para explicar algunas situaciones. El tema medular habría sido la continuidad del Topo en el cargo. En ese sentido, el mensaje que habría bajado Estévez fue muy claro: limar las asperezas que aparecieron entre el DT y el plantel en la semana. El secretario también habría instado para que los popes, pese a las diferencias, se encolumnaran detrás del proyecto de Riquelme.

"Fue una charla en la que se dijeron las cosas que tenían que decirse cara a cara. Todos se comprometieron a tirar para el mismo lado", resumió una fuente consultada por este diario, que prefirió escudarse en el anonimato.

En el periplo de Estévez también hubo espacio para hablar a solas con el Kily. A su vez, el capitán canalla caminó el largo recorrido hasta el hotel de la ciudad deportiva dialogando con Riquelme. Las instantáneas retratadas por el reportero gráfico de La Capital no dejan dudas. Se observa como el Kily le recrimina al Topo ante la mirada de Estévez. No hay que ser adivinador para darse cuenta que a González no le cayeron bien las palabras del entrenador. Sobre todo que pusiera en tela de juicio el profesionalismo del plantel. El mano a mano fue bastante acalorado y al final, según cuentan, habrían zurcido las diferencias.

La presencia dirigencial se extendió hasta después del almuerzo en la concentración. En la mesa también estuvieron el presidente en ejercicio, Juan Dalbes, el protesorero Omar De Fazio y Estévez.

El secretario canalla junto con el Kily, Belloso y Castellano.