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 jueves, 16 de noviembre de 2006  
Un mundo posible

Casi toda la población de Rosario sabe que el Centro de Formación Laboral para Discapacitados Un Mundo Posible está sufriendo las consecuencias de un engaño que nos lleva a perder nuestra sede de Pellegrini 1823. En el año 2003 alquilamos el inmueble al señor Hugo Ciliberti, a través de la inmobiliaria Norman Farías. Tenemos un contrato que vence en el año 2013. El señor Ciliberti tenía previo a alquilarnos la casa dos hipotecas con prohibición expresa de alquilar, y hoy que se presentó en quiebra está dispuesto el remate de la propiedad que ocupamos. Fue postergada la subasta prevista para el 2 de octubre y el juez convocó a una audiencia de conciliación a todas las partes para tratar el pedido que hacemos las autoridades, docentes y padres de Un Mundo Posible: plazo para desocupar. Tenemos que encontrar otra casa, hacer las reformas edilicias que requieren nuestros hijos y luego iniciar nuevamente las habilitaciones municipal, provincial y nacional. Sólo eso pedimos, nada más que tiempo. Eso depende de la voluntad de Unione y Benevolenza que es quien tiene la primera hipoteca, y su posición es inconmovible, dijeron que “no”. Es decir, esta sociedad declarada entidad de bien público deja a nuestros hijos discapacitados en la calle, interrumpiendo su proceso de formación y dañándolos psíquicamente al separarlos de sus compañeros, sus docentes, sus afectos. Como mamá de una niña de veintidós años con síndrome de Down no logro entender la insensibilidad, la falta de humanidad de esta gente. Nuestra pelea es para que estos señores demoren la subasta y nos permitan seguir funcionando hasta que encontremos otro lugar. Pero el consejo directivo de Unione y Benevolenza dice que no nos da plazo. Las mamás y papás estamos curtidos en la lucha por nuestros hijos. Tenemos puesto en ellos muchos años de amor, de paciencia respetando sus tiempos, de caminos recorridos buscando que sean felices y autoválidos. ¿Creen que alguien, hipoteca en mano, podrá impunemente ponerle una patada a todo esto? Daremos la pelea hasta el final. El motivo de esta carta es hacer un llamado de atención sobre el mundo en el que vivimos, sobre las cosas que se privilegian por encima de intereses superiores como son la educación, la inclusión, el amor por nuestros semejantes. Y así nos va como sociedad. Nosotros tenemos la capacidad de disfrutar intensamente de cada logro de nuestros hijos al que arriban con esfuerzo, de la salida del sol que es gratis, señores. Y también de sentir desde el alma el profundo agradecimiento a todos los periodistas de nuestra ciudad que no nos han dejado solos ni un minuto. Sin ellos ya nos hubieran echado. Nuestras manos y las manitas de nuestros hijos se unen para abrazarlos y decirles gracias.

Silvia Fernández León, LC 5.989.068


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