El turf mundial rendido a sus pies

Invasor bajó a los más creídos y quedó en el umbral de ser consagrado como el mejor del planeta

El turf argentino disfrutó anteayer de uno de los días más importantes de su historia y el encargado fue Invasor, quien hizo posible el sueño y alcanzó una victoria inolvidable, estupenda, en el Breeders' Cup Classic, la carrera más importante del mundo, esa misma que lo ubicó en el umbral de ser consagrado como el Caballo del Año en los Estados Unidos, lo que equivale a ser el número uno del planeta.

El hijo de Candy Stripes, aquél que forjó su fama al consagrarse triplecoronado en Maroñas, Uruguay, conquistó el mundo, muy a pesar de que, quedó claro, pocos eran los que querían verlo cruzar adelante al crack argentino, más llevados por intereses comerciales y por estúpidos chauvinismos que por la realidad que marcaba su gran campaña en la Unión, ya que no merecía que se lo ignorara como la mayoría de los medios, profesionales, entidades y espectadores hizo. Los campeones nunca deben ser sometidos a semejante falta de respeto, representen al país que representen. Y él les dio una lección.


Voces ganadoras
Kiaran McLaughlin le puso un final de lujo a su mejor año. Invasor le dio el esperado triunfo en el Breeders' Cup Classic, un aliciente para un hombre que lucha aún para recuperarse de una esclerosis múltiple que lo afectó hace unos años. "Mis padres estaban en las tribunas y estoy contento de poder haber disfrutado esto con ellos. Fue realmente increíble", expresó. Más adelante dijo: "Siempre es un sentimiento irrepetible ganar con la gente correcta. Estoy muy feliz por todos los que trabajaron con el caballo, el peón, el vareador y toda nuestra organización", completó.

Por su parte, Fernando Jara, no dejó ni un minuto de recibir felicitaciones tras la carrera. Con apenas 18 años, el jinete panameño ya dejó de ser una promesa y se graduó como realidad. Fue su primer éxito en una carrera de este tenor y, de paso, también pasó a engrosar la lista de récords de la serie, pues ahora es el jinete más joven en ganarla. Sobre la carrera, Jara expresó: "Preferí dejarlo atrás al comienzo para no dar demasiadas ventajas en el primer codo. Después, el caballo siempre me ayudó. Es muy especial todo esto, pues me pasó en apenas un año. Es todo producto del trabajo duro que siempre realizo", puntualizó.

Otro que no cabía en sí mismo era Santos Fragoso, el peón del hijo de Candy Stripes: "Yo sabía que el caballo podía ganar, era cuestión de tener suerte. Bernardini nunca se había cruzado con un caballo bueno; ahora lo hizo y perdió", completó el joven de origen mexicano, visiblemente emocionado.

Invasor liquidó el pleito con Bernardini y viaja hacia su mayor éxito.