Más integración. Rosario es la sede de una prueba piloto que podría replicarse en todo el país

Adaptaciones para discapacitados en estaciones de GNC

El problema es la obligación de bajarse del vehículo durante la carga. Para ello habrá sillas de ruedas

María Laura Favarel / La Capital

Rosario será sede de una experiencia piloto para adaptar las estaciones de servicio de gas natural comprimido (GNC) a las necesidades de los discapacitados, debido a la obligación de los ocupantes, por razones de seguridad, de apearse del vehículo durante la carga. El ensayo se basa en la preocupación compartida por la Defensoría del Pueblo de la provincia y la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), instituciones que desarrollaron la iniciativa, a las que se sumó un proyecto de ley del diputado provincial socialista Sergio Liberati que ya obtuvo el voto positivo en la Cámara baja y pasó al Senado. De tener despacho favorable, Santa Fe será la primera provincia donde será obligatoria la tenencia de sillas de ruedas en las estaciones de servicio (ver aparte).

Por razones de seguridad, la ley obliga a todas las personas que cargan GNC a bajarse del vehículo. Por eso los discapacitados, así como personas de la tercera edad y quienes sufren algún traumatismo momentáneo, quedan expuestos a enfrentarse con serias dificultades de movilidad.

Varias personas denunciaron esta situación en la Defensoría del Pueblo -tres casos fueron documentados en la ciudad de Santa Fe- y a partir de allí se despertó una movida que tuvo repercusión nacional.

La Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni) realizó un relevamiento y comprobó que las estaciones de servicio no están preparadas para la carga de GNC en los autos de personas con discapacidad.

Por este motivo, Faeni y la Defensoría están trabajando en un proyecto conjunto para adaptar las estaciones de servicio con gas.

"El proyecto consiste en que las estaciones expendedoras de GNC estén equipadas con rampas, sillas de ruedas y muletas para que los discapacitados puedan descender del vehículo", explicó Roberto Carnevale, miembro de Faeni.

La iniciativa también prevé que las dársenas de estacionamientos lindantes a los surtidores cuenten con el espacio necesario para maniobrar con una silla de ruedas. "Para esto se preparará una de las islas de cargadores con señalización especial", agregó.

"Si la prueba piloto tiene éxito en Rosario se extenderá por todo el país", confirmó Marcelo Rovasio, vicepresidente de la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), quien también señaló que "en el país no existen estaciones de servicio con estas adaptaciones. Rosario sería la primera".

Carlos Grisanti, también miembro de Faeni, señaló que "aún tenemos pendiente una reunión con el defensor del pueblo, Carlos Bermúdez, para fijar la fecha y lanzar la campaña, que se haría en todas las estaciones de GNC de Rosario".

Consultado sobre la disposición de los dueños de las estaciones de servicio en sumarse a esta campaña, Grisanti aseguró que "ante la necesidad no hay oposición, además no se trata de una cuestión costosa".


Desde la propia experiencia
Viviana Marchetti fue víctima a los 19 años de un accidente de tránsito que la dejó sin posibilidades de volver a caminar. Actualmente tiene 46 años, dos hijas -Débora de 12 y Morena de 7 años- y es la titular de la Dirección de Inclusión de Personas con Discapacidad, una dependencia de la Secretaría de Salud municipal. También es docente de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Rosario.

Desde que sufrió el accidente se moviliza en silla de ruedas y tiene un auto adaptado con comandos ortopédicos que le permiten manejar sólo con las manos. "Mi auto funciona a GNC y es un problema cada vez que tengo que ir a cargar", confesó Marchetti, quien se mostró aliviada y contenta al conocer este proyecto.

"Cada vez que voy a cargar gas tengo el problema de no poder bajarme", relató. "Necesito que el chico que carga me saque la silla de ruedas del baúl y me la acerque. Y haga lo mismo luego para subirme", dijo.

"Realmente sería bárbaro porque todo el procedimiento que tengo que desplegar cada vez que voy a una estación de servicio produce una demora importante a los que vienen detrás", agregó Marchetti.

Las personas con discapacidad motriz no serán las únicas beneficiarias de este proyecto. También las personas de la tercera edad con dificultades para movilizarse, así como aquellos que sufren momentáneamente una afección en los miembros inferiores.

En tanto, los empresarios asociados de Faeni ya están buscando presupuestos para comprar las sillas de ruedas con el fin de comenzar a equipar a las estaciones de servicio.

Hasta hoy, los discapacitados dependen de la buena voluntad del playero.