Año CXXXVII Nº 49235
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Señales
Turismo
Economía
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Educación 16/09
Estilo 16/09
Salud 13/09
Página Solidaria 13/09
Palabras más 02/09
Autos 24/08

contacto
servicios
Institucional


 domingo, 17 de septiembre de 2006  
[Poesía inédita]
Sol de otoño

Estela Figueroa

Florencia, mi hija, cuando sale

Mi hija no sabe

qué silencio cae sobre la casa

cuando ella sale.

Mientras ella está

hay música.

Mientras ella está

puede haber un débil murmullo de televisor

en su dormitorio.

O bien la eterna cháchara de los adolescentes

hablando del amor y el desamor

entre mates que pasan de mano en mano

como bienes preciados: cartas aún cerradas

dinero

noticias de amigos.

Cuando mi hija sale

no sabe a qué silencio me condena.

Un silencio adolescente

-porque yo no he crecido en todos los sentidos-

donde me adormezco como si me hubiera muerto

entre viejas preguntas

proyectos no realizados

y el sentido del fracaso que siempre me acompaña.


Mirando una fotografía

No estalló una bomba.

No hubo un incendio.

Estalló la vida.

La vida se agotó como un fósforo.

Todas esas personas jóvenes

que sonríen felizmente a cámara en una boda

en esta foto que amarillea

murieron a una edad razonable

y de dolencias comunes.

"Hay una puerta que se ha cerrado hasta el fin del mundo"

Y qué rápidamente.


Fin de año

En vuelo rasante pasó

la memoria del año que termina.

Pájaros sobre mi cabeza.

Momentos con amigos.

Palabras afectuosas.

Pájaros de ámbar

para el corazón que envejece.

Momentos de soledad.

Pocas palabras escritas.

Pájaros de sangre

en el papel que venda

las heridas.

En el aire enrarecido

un hombre triste como yo

me desveló algunas noches y se fue.

Pájaro del olvido.

Qué más? Qué más?

Mis hijas alejándose.

Alejándose.

Por un motivo. Por otro.

Mis brazos: Pájaros de ceniza.

La mesa servida como antes

pero con menos comensales.

El "Feliz año nuevo" con la copa en alto

hace que todo parezca igual.

me cuesta sonreír pero sonrío.

Ninguna fiesta volverá a ser como antes.

Pájaro de fuego

cuando la noche sorprendía como un regalo

cuyo envoltorio crujía entre sonrisas niñas

que la luz de mi amor

Pájaro lobo

guardaba ávidamente por un año.


Sol de otoño
Por Manuel Inchauspe

Visité al poeta.

Delgado y pálido yacía

en una de las camas del subsuelo

de la sala de toxicología.

Qué extraño tesoro

el sol de otoño

a través de los vidrios esmerilados,

cómo flotaba,

única dicha sobre su rostro

y rebotaba en el suelo,

donde algodones con sangre

y colillas de cigarrillos

decían que la vida existe siempre,

donde quiera que se esté.


La forastera

Durante muchas noches de insomnio

he vagado

aterida

por la Ciudad del Pasado.

No llevaba planos

no llevaba guía

no llevaba lámpara.

Como sonámbula

esquivaba los peligros.

Como a forastera

ellos me asaltaban.

Bellos rostros que se abrían como flores

cuerpos del amor...

No pude encontrar mi casa.

Esa Ciudad por la que vagué

fue moldeada

con grandes emociones

con grandes deseos.

Así también

de grande

es su cementerio.


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados