Año CXXXVII Nº 49224
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Opinión
Información Gral
El Mundo
Escenario
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Salud
Página Solidaria


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 03/09
Mujer 03/09
Economía 03/09
Señales 03/09
Educación 02/09
Palabras más 02/09
Salud 30/08
Página Solidaria 30/08
Autos 24/08
Estilo 19/08

contacto

servicios
Institucional

 miércoles, 06 de septiembre de 2006  
Por qué Hezbolá perdió la guerra

Pablo Díaz de Brito / La Capital

Con la tregua en Líbano consolidada y la nueva fuerza de paz de la ONU reforzándose cada día, se puede intentar un balance de quién ganó y quién perdió en los 34 días de combates entre Hezbolá y el ejército israelí (Fuerzas de Defensa de Israel, FDI).

Sacando las cuentas con la cabeza fría, pasada la oleada emotiva y de propaganda que toda guerra provoca, el análisis indica claramente que el derrotado es el "Partido de Dios", el Hezbolá sponsoreado por Irán.

Una serie de puntos irrebatibles así lo indica:

u Hezbolá perdió el dominio total del sur libanés que ostentaba desde la retirada israelí en 2.000. Allí están entrando ahora las fuerzas armadas libanesas y, sobre todo, las tropas europeas de la "nueva Unifil", que llegan con un mandato y reglas de enfrentamiento mucho más contundentes que las de la vieja misión de la ONU, a la que los milicianos de Hezbolá por cierto nunca temieron. Y si bien Hezbolá no se desarmó, si resignó el control del territorio y debió esconder sus armas.

u A esto debe sumarse que Israel destruyó gran parte de la red de túneles y búnkers subterráneos que el grupo shiíta había construido en esos seis años. Era un componente clave de su capital militar. En toda guerra, quien pierde el dominio de su territorio y la infraestructura militar que allí tenía es sin dudas el gran derrotado del conflicto. La propaganda puede decir lo que quiera, pero los hechos militares son los que son.

u Hezbolá también debe agregar la pérdida de unos 500 milicianos de sus fuerzas de elite, caídos en el mes de combates. Una cantidad muy importante para una milicia conformada por unos pocos miles de efectivos. Muchos de los muertos pertenecían a la selecta brigada Nasser y habían sido entrenados por la Guardia Revolucionaria de Irán. Son hombres que no se reemplazan fácilmente.

u El grupo extremista perdió asimismo el 75% de su arsenal de misiles de largo alcance (los iraníes Zelzal y similares), y por esto el jeque Nasrallah no pudo cumplir con su amenaza de atacar Tel Aviv.

u Hezbolá causó un daño importante en el norte de Israel al lanzar casi 4.000 cohetes Katiusha y Fajr sobre esa región. Pero la destrucción que experimentó Israel es casi un rasguño si se la compara con la sufrida por Líbano a manos de la aviación militar israelí.

u La euforia por el "triunfo" de Hezbolá está pasando, y en la sociedad libanesa las facciones que, sumadas, son ampliamente mayoritarias -cristianos, sunitas y drusos- han comenzado a exigir responsables por la demolición del país, que por cierto no se repara con las donaciones de 10.000 dólares por familia que reparten los hombres de Nasrallah, especialmente cuando hay una cámara cerca. Sobre el cumplimiento de las promesas de financiamiento de Irán y el mundo árabe, algo saben los palestinos de Hamas, que todavía están esperando que esos países suplan los envíos occidentales, suprimidos en marzo cuando el grupo extremista asumió el gobierno.

u Pero además Nasrallah admitió que no hubiese dado la orden de secuestrar a los soldados israelíes el 12 de julio, de haber previsto la guerra y la devastación que ese acto trajo al Líbano. ¿Cómo se concilia esta confesión del jefe máximo de Hezbolá con la presunta "victoria" proclamada por el aparato de propaganda del grupo islámico e Irán, y repetida por algunos medios?
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Notas Relacionadas
Líbano: se acerca el fin del bloqueo israelí




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados