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 miércoles, 06 de septiembre de 2006  
Fallo inapelable. Punto final a dos meses de incertidumbre, batallas legales y acusaciones de fraude
El conservador Felipe Calderón fue proclamado presidente de México
El máximo tribunal electoral rechazó las impugnaciones de la centroizquierda y validó los comicios de julio

Ciudad de México. - El oficialista Felipe Calderón fue declarado ayer presidente electo de México por el máximo tribunal electoral, en un fallo inapelable que pone punto final a dos meses de incertidumbre, batallas legales y acusaciones de fraude que mantuvieron en vilo al país. Los siete magistrados del tribunal avalaron por unanimidad el dictamen que dice que Calderón ganó los comicios del 2 de julio por 233,831 votos, ó 0.56 puntos porcentuales, de ventaja sobre su rival de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien había impugnado los resultados denunciando fraude.

"Se declara al ciudadano Felipe de Jesús Calderón Hinojosa presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos para el período del 1º de diciembre del año 2006 al 30 de noviembre del año 2012. En consecuencia, entréguese la constancia de validez", dijo Leonel Castillo, presidente del tribunal.

Calderón, un abogado de 44 años con una maestría en Harvard y favorito de los mercados, es un ex ministro de Energía que encarna la continuidad de la estabilidad económica y la disciplina fiscal del gobierno del presidente Vicente Fox, quien felicitó al presidente electo. "Desde aquí envío mi felicitación al licenciado Calderón deseándole lo mejor de lo mejor para su gestión al frente del gran esfuerzo colectivo de todas y todos los mexicanos", dijo Fox durante una gira por el interior.

Tras el anuncio, Calderón, quien asumirá la presidencia de México el próximo 1º de diciembre en lugar de su compañero de partido Vicente Fox, se asomó al patio de sus oficinas y declaró sentirse "muy bien" con la decisión del tribunal electoral. En cambio, el ex canciller Manuel Camacho, principal asesor de López Obrador, reiteró la determinación de mantener una resistencia civil y lamentó la decisión de los magistrados.

López Obrador, un ex alcalde capitalino de 53 años que ha prometido defender a la inmensa masa de pobres del país, había impugnado los resultados de los comicios y organizó protestas y bloqueos multitudinarios que paralizaron parte de la capital mexicana en reclamo de un nuevo conteo de votos.

Sin embargo, el tribunal desechó la mayoría de las impugnaciones y sólo hizo un recuento del 9% de las casillas. El resultado no cambió sustancialmente las cifras originales y, según los números del dictamen preliminar, Calderón perdió menos de 10,000 votos.

Mexicanos, incluso algunos que votaron por López Obrador, un ex alcalde de la Ciudad de México, esperan que la decisión del tribunal ponga fin a las protestas del izquierdista.

López Obrador y sus simpatizantes mantienen desde hace semanas campamentos permanentes en el Zócalo, la principal plaza de la ciudad, y en la avenida Paseo de la Reforma, una transitada arteria de la ciudad, lo que ha trastornado el de por sí congestionado tráfico capitalino.


Protestas y bloqueos
Afuera del tribunal, aproximadamente 150 personas que esperaban el fallo estallaron en gritos y algunas en lágrimas porque consideraron "un robo" la decisión de los magistrados. Los manifestantes entonaron el himno mexicano y algunos pasearon un ataúd blanco que decía "Democracia" en la parte superior.

López Obrador ha dicho que seguirá adelante con las protestas, que no reconocerá a Calderón como presidente legítimo y que obstaculizará su asunción el 1º de diciembre.

Ahora el flamante presidente electo deberá echar mano a toda su habilidad para el diálogo para poder gobernar y lograr aprobar reformas en el dividido Congreso ante tan férrea oposición y en un país que quedó fracturado tras el largo conflicto poselectoral.

Calderón, un conservador en lo social y liberal en lo económico, busca introducir la inversión extranjera en la estatal industria petrolera de México, considerada un símbolo de la soberanía nacional.

Además, ha prometido ser "el presidente del empleo" para reducir la extendida pobreza que alcanza a más de la mitad de los 103 millones de mexicanos y dijo que aplicará mano dura contra la delincuencia, una de las principales preocupaciones del electorado.
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Partidarios de López Obrador protestaron frente al tribunal electoral.

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