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 sábado, 29 de julio de 2006  
Tiembla Colombia por confesiones de una amante de Pablo Escobar

Bogotá (Colombia).- Es la versión colombiana de la bella y la bestia: una sofisticada persona de alta sociedad, modelo superestrella, actriz y presentadora de televisión, en amoríos con el más afamado narcotraficante de la historia.

Ahora Virginia Vallejo está haciendo detalladas revelaciones que indican que mucha de la elite del país también estuvo vinculada con Pablo Escobar y está escribiendo un libro que es aguardado ansiosamente por todo el mundo.

El libro, actualmente centro de una disputa entre las editoriales, se ha dicho que describirá la vida de la diva con el asesino salido de los barrios bajos convertido en traficante y sus relaciones con sectores que recibían felices el dinero del mafioso que llegó a ocupar una curul en el Congreso.

Vallejo, de 56 años, ya vinculó al capo a prominentes colombianos, incluyendo a ex presidentes, y el país está ahora inundado de rumores respecto a lo que desnudará en el libro. Dos importantes revistas titularon ediciones recientes con un enigmático: “¿Quién le teme a Virginia Vallejo?”.

En una entrevista televisada de una hora que transmitió el canal RCN la semana pasada, Vallejo ratificó la versión de que el veterano político Alberto Santofimio exhortó a Escobar a que matara en 1989 al candidato presidencial Luis Carlos Galán, un proclamado cruzado contra el narcotráfico.

“Este hombre es un asesino, lo único que no hizo fue jalar el gatillo”, afirmó Vallejo respecto a Santofimio, quien se ha declarado inocente en el juicio que se le sigue por el magnicidio cometido por sicarios de Escobar, del que era su rival político.

El cartel de Escobar en Medellín peleó sanguinariamente durante los '80 para presionar al gobierno para que prohibiera las extradiciones. Asesinos del cartel ultimaron a jueces, un fiscal general, ministros, periodistas y policías; además, miles murieron por los ataques con carros bomba en el país.

Escobar murió hace 13 años en un tiroteo con la policía, pero su figura aún ensombrece a Colombia.

Para muchos, su relación con Vallejo era la analogía perfecta de cuan fácil los traficantes eran aceptados por el sistema colombiano legitimando los negocios en los que lavaban el dinero producto del narcotráfico, los clubes sociales les abrían sus puertas y los políticos hacían favores a cambio de maletas llenas de billetes.

“La clase política, con unas pocas excepciones, también se fue y sigue yendo a la cama con los mafiosos”, dijo Oscar Collazos en una columna sobre el caso de Vallejo publicada el jueves por el matutino El Tiempo.

Entre otras acusaciones, Vallejo afirmó que Escobar mantuvo una cercana relación con dos ex presidentes: Belisario Betancourt y Alfonso López, que incluyó financiar la campaña política de éste último.

Vallejo, cuyas estilizadas piernas fueron famosas por anunciar una marca de medias, también acusó a un prominente periodista de ayudar a enlodar al más enconado enemigo de Escobar, un ministro de Justicia que fue de los primeros en denunciar públicamente al traficante y que fue ultimado a tiros.

Todos a los que nombró han negado vehementemente los cargos y algunos consideraron las palabras de la diva como dignas de una novela.

Después de hacer sus primeras acusaciones contra Santofimio, a inicios de julio, la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA) la sacó de Colombia. La DEA no ha comentado su interés por la ex diva, cuyos amigos dudan que vuelva al país.

Con sus acusaciones acaparando las noticias, muchos se preguntan cómo una mujer tan hermosa y refinada, bendecida con el talento para ser una gran estrella por su propia cuenta, pudo amar a Escobar, el regordete narcotraficantes con una letal mirada de tiburón.

Se hicieron amantes en 1982 y mantuvieron su aventura amorosa por años, sin importar que Escobar estuviera casado.

“Me enamoré de un filántropo, un hombre amado por su pueblo”, dijo. “El era el único rico en Colombia que era generosos con la gente, en este país en donde los ricos no les regalan ni un sandwich a los pobres”.

El libro de Vallejo, aún sin título, y que saldrá a las estanterías en octubre, según ha dicho ella a sus amigos, no es el único proyecto que involucra el nombre de Escobar.

Uno de los sicarios más cercanos al capo, conocido como Popeye, publicó una autobiografía el año pasado. También para fines de este año está anunciado el documental “Pablo Escobar: padrino de la muerte”.

Pero la vida con Escobar también castigó a Vallejo. Luego de divulgada su relación con el narcotraficante, fue excluida de los círculos de la alta sociedad que antes frecuentó, salió de las listas de invitados y se puso a vender cosméticos para vivir.

Fue completamente aislada” dijo el cineasta Gustavo Nieto, un amigo suyo. “Antes si ella ofrecía una recepción o un cocktail, todas las personas importantes de la ciudad asistían, pero después de que se supo que era su novia, nadie quiso verla de nuevo”. (AP)


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