El radicalismo sigue en estado deliberativo

Un gobernador de la UCR dijo que su partido dejó de existir

Gerardo Zamora ratificó su alineamiento con el gobierno y criticó a los que apoyan candidatura de Lavagna

El gobernador de Santiago del Estero, el radical Gerardo Zamora, ratificó ayer su alineamiento detrás del presidente Néstor Kirchner, cuestionó duramente la conducción de la UCR, que apoya una alianza con Roberto Lavagna, y advirtió que "como alternativa, el radicalismo no existe".

Zamora es uno de los cinco gobernadores radicales que mantienen una fuerte vínculo con el gobierno nacional, y según dijo desde Madrid -donde acompaña a Kirchner en su gira por España-, la UCR "viene conducida de manera tal que tiene una oposición ilusoria y una alternativa cada vez más alejada de la sociedad".

El gobernador santiagueño advirtió que "sectores" partidarios "hablan desde posiciones excursionistas" y "de golpe, buscan alguna alianza que les pueda permitir mantener algunas bancas en algunos distritos donde el radicalismo no tiene ni siquiera el mínimo peso electoral para meter un diputado".

Hace tres semanas, se reunieron los gobernadores e intendentes radicales más afines al proyecto oficialista y expresaron la necesidad de cerrar "acuerdos programáticos y plurales para resolver las demandas de la ciudadanía", en sintonía con el llamado a "concertación" que había formulado Kirchner.

En este contexto, Zamora alertó que dentro del partido hay sectores que quieren que se debata "una candidatura que ni siquiera está firme y andar discutiendo candidaturas virtuales, me parece que no es el momento", en referencia a los impulsores de una posible postulación de Lavagna, entre los que figuran el alfonsinismo y dirigentes como Roberto Iglesias y Angel Rozas.

Para el santiagueño, "acompañar (al gobierno en) las cosas que estén bien, no es equivocado" y consideró que "si la oposición del radicalismo fuera la oposición de Buenos Aires, o el peso de Buenos Aires, el radicalismo no existe ya en el país, y ellos son los que están marcando" la política de alianzas.

En ese contexto, insistió que "el radicalismo no existe como alternativa" y advirtió que no plantea pasarse a las filas del kirchnerismo, sino apoyarlo "desde la identidad partidaria".

"Hoy se está discutiendo, sin candidato propio y sin posiciones propias, quién tiene pertenencia partidaria y quién queda excluido por pensar diferente", se quejó, en directa alusión a la reunión de mañana del comité federal de la UCR, de donde podrían surgir definiciones sobre la estrategia del partido para el 2007.

Aunque fueron formalmente invitados, algunos de los gobernadores -como Julio Cobos (Mendoza)-, no asistirían al evento ya que buscarían posponer la discusión electoral para el año próximo y dejar en suspenso las candidaturas y alianzas del partido tanto a nivel nacional como provincial.

En el caso del chaqueño Roy Nikisch, quien se encuentra de viaje en Portugal, enviaría en representación a su vice, Eduardo Moro, un dirigente que mantiene muy buena relación con el ex presidente Raúl Alfonsín.

Asimismo, el correntino Arturo Colombi aseguró ayer que participará del encuentro nacional de la UCR, aunque seguramente evitará confrontar con los sectores del partido que avalan una eventual candidatura del ex ministro Lavagna.

El gobernador Zamora, quien tampoco asistirá al encuentro porque recién retornará de España el fin de semana, pidió una renovación interna al remarcar que "no puede ser que siempre sean las mismas caras, que lo han llevado al 2 por ciento a nivel nacional en la última elección, y ahora no sabemos bien qué es lo que pretenden".

Finalmente, rechazó que el grupo de radicales que apoya a Kirchner vayan a ser absorbidos por el oficialismo y, en tal sentido, sostuvo que "de la misma manera se podría decir que al radicalismo se lo va a chupar el duhaldismo en Buenos Aires si va con Lavagna, si es que eso ya no está ocurriendo".

Zamora acompañó a Kirchner a España y no ocultó su acercamiento con el gobierno.