Desarticulan la red financiera de la ETA

Madrid/París. - Cuando faltan pocos días para que comiencen las negociaciones de paz entre el gobierno español y ETA, 12 personas fueron detenidas ayer en España y Francia bajo la sospecha de haber recaudado fondos para el grupo armado. Entre los arrestados figuran varios "históricos" de ETA, como Julen Madariaga, uno de los fundadores de la organización.

Los separatistas vascos se apresuraron a decir que las detenciones vuelven a poner en peligro el proceso de pacificación, pero el Ejecutivo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero negó de plano cualquier interferencia.

Las autoridades afirmaron que mediante esta operación se destruyó la red de financiación de ETA, cuyos responsables recaudaron desde 2005 más de seis millones de euros en concepto de "impuesto revolucionario", el término que usa ETA para referirse a la extorsión a los empresarios e industriales españoles, sobre todo en el País Vasco y Navarra.

Se cree que el aparato desarticulado operaba en Francia y España desde hace 20 años. El dinero recaudado mediante el "impuesto revolucionario" era invertido o lavado para hacer desaparecer su origen ilegal. También se bloquearon cuentas bancarias y se intervinieron bienes patrimoniales por valor de más de 700.000 euros, entre ellos un establecimiento de hostelería.

El ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que el proceso de paz no se verá afectado "en nada" por estas detenciones. "Se trata de una investigación que comenzó hace dos años", destacó. "No hay ningún dato significativo que impida continuar con el proceso de paz que el gobierno pretende seguir desarrollando", agregó.

Sin embargo, el ilegalizado partido Batasuna, brazo político de ETA, calificó la acción policial de un "ataque nítido y frontal" a las esperanzas de paz. "¿Buena noticia para quién y para qué? ¿Cuál es el objetivo de esta operación, qué es lo que se busca? ¿Alguien cree que con ello se pretende fomentar el proceso de paz en este país?", se preguntó el procesado líder de Batasuna Arnaldo Otegi. El partido ya había advertido que deben cesar las operaciones contra ETA para poder iniciar las negociaciones. También fue repudiada la detención de Madariaga, quien desde 2001 forma parte de Aralar, un partido de la izquierda independentista vasca que surgió de la escisión de Batasuna y que rechaza la violencia de ETA.