El sistema de salud rosarino tiene sólo una enfermera por cada dos médicos

La relación óptima debería ser inversa: por cada galeno tendría que haber unos cuatro enfermeros

Carina Bazzoni / La Capital

En Rosario hay apenas una enfermera cada dos médicos. La ecuación que aporta el Colegio de Profesionales en Enfermería de la zona sur debería ser a la inversa: por cada galeno tendría que haber tres o cuatro enfermeros. Y si bien en los últimos años las escuelas de enfermería ven aumentar su cantidad de alumnos, este incremento no alcanza a revertir esta tendencia. Para muestra sobra un botón: el año pasado en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se recibieron unos 1.000 médicos y 570 enfermeros. Desde la Asociación de Clínicas y Sanatorios advierten que "es difícil encontrar" profesionales especializados en neonatología, oncología y terapia intensiva.

En el interior de la provincia, la situación es todavía más crítica. "Rosario es un polo de desarrollo en enfermería, por eso en la ciudad no se nota tanto la falta de profesionales. Pero con movernos a 20 o 30 kilómetros, la escasez de enfermeros es tremenda", sostiene la presidenta del colegio, Nydia Caini.

Un panorama similar pinta el presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Rosario, Eduardo Javkin, quien hace hincapié en que aún en Rosario "a veces se hace difícil encontrar profesionales capacitados para desempeñarse en áreas específicas como neonatología, oncología o terapia intensiva".

Lo cierto es que el número de enfermeros en actividad es sensiblemente inferior al de los médicos. En el Colegio de Profesionales en Enfermería de la zona sur los matriculados no llegan a los 4 mil, lo que representa menos de la mitad de los 8.866 médicos que están en actividad en los departamentos del sur santafesino. El porcentaje mejora un poco el promedio del país (donde existen 3,5 médicos por cada enfermero) pero se aleja diametralmente de los indicadores internacionales que hablan de una relación de cuatro o tres enfermeros por cada médico.

También es dispar la calificación de los enfermeros que actualmente se desempeñan en el sistema de salud. Están los licenciados con una carrera que demanda unos cinco años de estudio y la presentación de una tesis final, los enfermeros profesionales que cursan unos tres años de estudio en establecimientos terciarios o en la universidad, los que accedieron a una titulación después de muchos años de trabajo por una ley provincial de hace unos 15 años, los auxiliares de enfermería que completaron cursos de unos 9 meses y los empíricos, es decir, aquellos que aprendieron su oficio trabajando.

La directora de la Escuela de Enfermería de la UNR, Teresa Micozzi, es contundente. "No sólo hay un déficit cuantitativo de enfermeras, sino también cualitativo. Porque es cierto que hacen falta más, pero al mismo tiempo es necesario también mejorar la formación de quienes se desempeñan actualmente", sostiene.

En la Secretaría de Salud Pública del municipio hoy trabajan 935 enfermeros. Apenas dos cuentan con un postítulo (magister), 241 son licenciados, 459 enfermeros profesionales, 105 enfermeros titularizados por ley, y 128 auxiliares.

En los hospitales, centros de salud y dispensarios provinciales -de acuerdo a datos de diciembre de 2004- hay 4.182 enfermeros: 284 licenciados, 1.428 enfermeros profesionales, 1.000 titularizados por ley, 1.404 auxiliares y 66 empíricos.

Cuando se combinan estos dos problemas -pocos enfermeros y escaso nivel de formación- las consecuencias se hacen sentir sobre la atención de los pacientes. "Claramente se resiente la calidad de atención de los servicios -asegura la presidenta del colegio- porque un sanatorio puede tener el mejor de los cirujanos pero si esto no se acompaña de un seguimiento en la atención del paciente es como si le faltara una pata a la mesa".

Micozzi recuerda que estudios internacionales demostraron que en aquellas instituciones que no poseen una adecuada cantidad y calidad de enfermeros aumentan los errores en el suministro de medicamentos, las infecciones y accidentes intrahospitalarios, las complicaciones posteriores a la internación, el promedio de días de estadía en el hospital y hasta el índice de mortalidad en las salas.

"El profesional de la enfermería es el que se hace cargo de cuidar a los pacientes durante las 24 horas del día -advierte la decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, Raquel Chiara-. Lo que ocurre es que el médico está sólo en determinados momentos. Por eso, si faltan enfermeros las instituciones de salud entran en crisis, como en estos momentos está pasando con algunos hospitales de la ciudad de Buenos Aires".

Por esto, la mayoría de los especialistas en salud consideran necesario trabajar en dos frentes: por un lado la creación de cargos de enfermería dentro de los establecimientos de salud y, al mismo tiempo, destinar más recursos para la formación de estos profesionales.

Así, se reclaman programas específicos que mejoren las condiciones de infraestructura, cargos docentes y personal no docente de las escuelas de enfermería que permitan contener a los estudiantes.

"Si no podemos poner esto en práctica es como un círculo vicioso -concluye Micozzi-. Porque se habla mucho de la escasez de enfermeros pero se trabaja poco en su formación y en la creación de cargos en relación al número de habitantes que tiene el país".

Si faltan enfermeros el sistema de salud se resiente aseguran los especialistas.