La directora asegura que los alumnos llegan con grandes déficit académicos

El Superior evalúa como "pobre" a la EGB y alarga su cursillo

Los alumnos tienen problemas de vocabulario y cálculo. El ánalisis de una especialista en educación

No entienden lo poco que leen, tienen un vocabulario pobre, no fijan los contenidos, son diestros como operadores con la computadora pero les cuesta analizar y relacionar. La regla de tres y las ecuaciones son para ellos chino básico y las faltas de ortografía un arte. Se trata de la radiografía de muchos de los chicos que aspiran ingresar a 7º año de la Escuela Superior de Comercio. Este año, por primera vez en su historia, el colegio adelantará y hasta prolongará el cursillo porque directivos y docentes vienen observando un "pobre nivel académico en los aspirantes". Un problema que no parece una novedad, ni exclusivo del Superior. Su directora, Gabriela Zamboni, planteó su preocupación a La Capital. Una especialista hace su análisis (ver aparte).

El Superior es una de las dos prestigiosas escuelas rosarinas que dependen de la Universidad Nacional de Rosario (la otra es el Politécnico). Esta semana el colegio cumplió 110 años, pero desde 1931 se rinde allí examen de ingreso. Y desde hace décadas se organiza un cursillo de nivelación en las áreas de lengua y matemática. Pero este ciclo lectivo las cosas serán de otro modo. Se agregarán ocho clases como aporte al "deteriorado nivel de los aspirantes" que rendirán examen el 30 de noviembre próximo, para ingresar al 7º año de EGB3 2007.

Para Zamboni, los problemas de los chicos que llegan de la EGB no son nuevos, se han agravado en los últimos cinco años y son responsabilidad de varios actores: ley federal, docentes, padres y alumnos. Para la directora, la norma, entre otras cosas, dejó librada la interpretación de los contenidos básicos comunes a la buena de Dios. "Cada establecimiento respondió desde su realidad socioeconómica y de acuerdo a sus propios recursos humanos, es decir, no hay dos escuelas de la misma ciudad que tengan un proyecto educativo común. Pero además, los contenidos para EGB1 y 2 fueron tantos que se dieron a gran velocidad y como se pudo, y el resultado está a la vista: basta mirar una redacción de un chico de 6 año de EGB, no tiene ni cohesión ni coherencia", remarcó.

La docente asegura que los chicos "llegan mal" en general de todas las escuelas, sean privadas u oficiales. Y para ella la mejor muestra fue lo que sucedió en el examen de ingreso del anteaño. "Hubo 200 aplazos y no cubrimos las vacantes. Y la prueba no fue más rigurosa", recordó.

Al momento de responder qué ha hecho el Superior ante el problema, Zamboni reconoció que se intentó una articulación con la mayoría de las escuelas que recurrentemente buscan al establecimiento como opción. Pero dijo que fue "imposible" asumir una salida conjunta. "El año pasado invitamos a docentes de las 38 escuelas, pero sólo vinieron de cinco establecimientos y nos plantearon que ellos no trabajan para el Superior; si no se entiende que queremos mejorar la educación en general, estamos perdidos", lamentó.

La directora no dejó a los padres de lado en el análisis. "Llama la atención -remarcó- que ninguno venga a la escuela a pedir que les exijamos más a sus hijos: nos piden que comprendamos, que contengamos, que sólo quieren que sean felices, y yo me pregunto si los logros escolares no les dan felicidad a los chicos".

La inscripción a los cursillos se realizará del 21 de junio al 7 de julio próximo. Se habilitarán dos comisiones: la de lunes y miércoles, a partir del 31 de julio. Y la de los martes y jueves, desde el 8 de agosto. El cursillo, no obligatorio, cuesta 180 pesos que puede abonarse en cuotas e incluye cuadernillo como material de estudios.

L.V.