El rosarino Facundo Bagnis es una promesa del tenis nacional

Pablo F. Mihal / La Capital

Cada hombre tiene un sueño y muchos tienen la posibilidad de llegar a cumplirlos. Otros, van camino a hacerlos realidad. Como Facundo Bagnis, un chico de 16 años que juega al tenis desde los siete y su ambición pasa por representar a Argentina en una Copa Davis y ganarla. Con mucho esfuerzo, día a día redobla su apuesta e intenta que su ideal se convierta en realidad.

Hace unos días, el juvenil tenista nacido en Rosario (radicado en Armstrong) fue recibido junto a los otros convocados para disputar el Sudamericano de 16 años, en la Escuela Nacional de la Asociación Argentina de Tenis, en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. Este Sudamericano no es un torneo más ya que esta edición es clasificatoria para la Junior Davis Cup & Junior Fed Cup.

El equipo femenino está integrado por Tatiana Búa, Rocío Galarza y Malena Gordo (la capitana es Silvia Esquivel), mientras que los varones (el capitán es Ignacio Asenzo) que representarán al país son Guido Pella, Marco Trungellitti y Facundo Bagnis.

Bagnis es un jugador para seguir. En el ránking de la Cosat ocupa el segundo lugar y va por más, aunque llegar hasta ahí no le resultó nada fácil.

"Empecé a jugar con el profesor Andrés Garelli, de Las Parejas, cuando tenía siete años, a competir en los torneos zonales a los nueve y en los provinciales a los diez", destacó este zurdo que tiene un muy buen revés a dos manos y ahora entrena en la academia de Cristian Amsler, en Roldán. Los números le dan la razón ya que ocupó los primeros lugares del ránking en su categoría: en 2000 y 2001 fue número uno de la provincia.

En su debut nacional ganó el torneo G2 de La Rioja (año 2003). Al año siguiente, en la categoría menores de 14 años, consiguió cuatro títulos en torneos G2 (Rosario-2-, San Jorge, Corrientes), dos títulos G1 (Rafaela y Paraná) y ocho galardones en dobles, resultados que lo colocaron como número uno en el ránking nacional.

Bagnis es un tenista de juego agresivo, lo que le da protagonismo en los partidos. No tiene preferencias de superficie, le gustan tanto las canchas lentas como las rápidas.

Gracias a esa forma de jugar ganó la Copa Coria y fue premiado con un viaje a Barcelona para entrenar en la academia de Emilio Sánchez Vicario.

En 2005, siendo su primer año en categoría menores de 16, ganó tres torneos G2 (Córdoba, El Trébol, San Jorge) y el torneo G1 de Santiago del Estero. Ese año también participó en Estados Unidos, designado por la AAT, de los Torneos Orange Bowl y Eddie Herr.

Además ganó nueve competencias en dobles, terminando el año como Nº 2 del país en la categoría.

El 2006 promete ser tan venturoso como los años anteriores. En los meses de enero y febrero de 2006 fue designado en el equipo oficial argentino y realizó una estupenda gira Sudamericana (COSAT) en la que fue semifinalista single en Venezuela, Colombia, Ecuador, Uruguay y Brasil, campeón de singles en Perú y Paraguay, y campeón en dobles en Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay.

Con estos resultados Bagnis escaló hasta el puesto Nº 2 de Sudamérica por lo que además consiguió el derecho a viajar en junio a la gira europea por Francia e Italia.

En abril, con 16 años, empezó a participar de torneos Sub 18. En el torneo Vendimia llegó a semifinales y ganó sin ceder un set el Internacional Pascuas Bowl en Asunción, tanto en singles como en dobles.

Las raquetas y las pelotitas son las herramientas que Facundo Bagnis usa para alcanzar su sueño y mientras intenta llegar a la meta ya despunta como una de las mayores promesas del tenis nacional. Tiene condiciones, talento pero por sobre todas las cosas un tremendo amor propio.