Una digna puesta en escena para una ópera interpretada con pasión

La Opera de Rosario ofreció la última función de "Madama Butterfly" en El Círculo

Roberto Bella / La Capital

La Opera de Rosario ofreció la última de las tres funciones de "Madama Butterfly", la pieza de Giacomo Puccini que se mostró en el teatro El Círculo. El grupo fue el responsable de una puesta en escena sobria y bien interpretada en todos los rubros, tanto artísticos como técnicos, de la trágica historia de amor entre una japonesa y un estadounidense que se desarrolla a principios de siglo.

Los roles centrales estuvieron a cargo de Patricia Gutiérrez como Cio-Cio San o Butterfly; Gerardo Marandino, María Luján Mirabelli y Ricardo Ortale. La pieza contó con la participación de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, dirigida por Javier Logioia Orbe y el coro lírico Pía Malagoli, a cargo de Rubén Coria, bajo la regié de Rubén Berasain.

El elenco encabezado por la soprano Gutiérrez logra transmitir emoción y credibilidad, al tiempo que retiene la atención del espectador, a través de una obra con singularidades en cuanto al desarrollo y la extensión propias de la opera como manifestación cultural del siglo XIX y cuyo montaje sigue siendo un desafío, tanto para el espectador contemporáneo como para los artistas.

En el caso de Gutiérrez, debe cantar durante tres horas, además de emocionar y hacer creíble un personaje que cuando comienza la pieza tiene 15 años y 18 al finalizar. Y no sólo eso. La riqueza de las melodías vocales y algunas arias que se ganaron un lugar propio entre las composiciones más recordadas del género, como "Un bel di vedremo", obligan a la protagonista a transitar una serie de difíciles exigencias vocales que fueron recompensadas con bravos y aplausos al finalizar la interpretación de esa poética y compleja escena.

Patricia Gutiérrez y Gerardo Marandino estuvieron al frente del elenco.