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 viernes, 21 de abril de 2006  
Un cardenal italiano dijo que los condones son "el mal menor" para evitar el Sida

Ciudad del Vaticano.- Un cardenal y otrora candidato papal, Carlo María Martini, dijo en un comentario publicado hoy que los condones son “un mal menor” para combatir la propagación del sida, en contradicción con la posición del Vaticano.

El retirado arzobispo de Milán también sugirió que aun las mujeres solteras pueden gestar embriones congelados si la alternativa es dejar que éstos mueran en los refrigeradores de las clínicas de fertilidad. La Iglesia católica sostiene que toda la procreación debe ocurrir dentro del matrimonio. El Vaticano también se opone a muchos procedimientos asistidos de fertilidad.

El prelado de 79 años, que fue considerado una alternativa liberal al cardenal Joseph Ratzinger en el cónclave del 2005 que eligió a éste como Papa, concedió una amplia entrevista sobre varias cuestiones bioéticas al semanario italiano L'Espressso.

Martini respondió preguntas que le planteó el científico y bioético italiano Ignazio Marino, que dirige el centro de transplantes en el Colegio Médico Jefferson en Filadelfia.

Marino preguntó al cardenal cómo la Iglesia podía seguir oponiéndose al uso de condones como medio de contener la propagación del VIH, particularmente cuando la doctrina oficial de la Iglesia permite escoger “el mal menor” en los casos en los que hay vidas en juego.

“Debemos hacer todo lo posible por combatir el sida”, respondió Martini. “Por cierto, el uso de condones puede constituir en determinadas situaciones un mal menor. También está la situación singular de un matrimonio en el que uno de los dos padece de sida. El otro está obligado a proteger a éste, y el otro

de protegerse a sí”.

Sin embargo, el prelado advirtió que una cosa es aceptar el mal menor en dichos casos y otra muy distinta que la iglesia promueva el uso de condones.

Sus comentarios se hicieron eco de los de otros dignatarios eclesiásticos, incluyendo el cardenal belga Godfried Danneels y el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, quienes han dicho que los condones podían admitirse a veces, como en los casos en que una mujer no pueda rehusarse a los requerimientos sexuales de su marido portador del VIH.

El Vaticano se opone a los condones porque son una forma de anticoncepción artificial.

El papa Benedicto XVI reiteró la posición del Vaticano en junio cuando dijo a los obispos africanos que la abstinencia era el único modo seguro de prevenir la propagación del VIH. (AP)
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