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 martes, 10 de enero de 2006  
Las actuales lluvias pueden ser decisivas para el maíz y la soja

Buenos Aires- Las lluvias que desde el sábado caen en forma despareja sobre la pampa húmeda y que en principio seguirán al menos hasta el jueves, pueden ser determinantes para la producción cerealera 2005-2006, coinciden

los especialistas.

“Tiempo inestable con probabilidad de precipitaciones”, dice el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para mañana y el jueves en prácticamente toda la región productora.

Sin embargo, según la cantidad que llueva, el agro tendrá un paliativo que recorte las pérdidas o puede dar por superada la sequía, aunque ya sin posibilidades de alcanzar la producción récord de 84 millones de toneladas de la campaña anterior.

“Necesitamos por lo menos 100 milímetros”, calculó Claudino Montejo, de la Sociedad Rural de Trenque Lauquen, donde se perdió 80 por ciento del maíz y los tambos carecen de reservas suficientes para los animales.

Eduardo Sierra, docente de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires, calculó que se requieren unos 70 a 80 milímetros, “para que la soja pueda recobrar fuerza y emerger firmemente; y para que el maíz pase la etapa de llenado de granos con la cantidad de agua adecuada”.

Sierra estimó que “estas lluvias evitan por ahora pérdidas de más del 15 por ciento en la cosecha”.

Aunque todavía insuficiente, el agua caída desde el fin de semama ya eliminó en casi todo el territorio bonaerense el rojo de cero por ciento (sequía absoluta), en los mapas de reserva útil de agua en el suelo que prepara el Servicio Meteorológico.

Según cálculos de la consultora Enrique Zeni y Compañía, publicados en Agrositio, el croquis de la precipitación acumulada ya dibuja una isla con más de 100 milímetros en el centro de la provincia de Buenos Aires, una amplia zona en torno de ella con más de 50 milímetros y bordes con más de 25.

Las primeras lluvias permiten además cierta recuperación de las pasturas, tanto para la ganadería como para los tambos.

La perspectiva de mejora ya se reflejó la Bolsa de Comercio de Rosario, donde la soja bajó de 540 pesos, la semana pasada, a 515 pesos y repercutió en el mercado internacional, dado que la Argentina es uno de los mayores exportadores.

En Chicago, los pronósticos meteorológicos hicieron retroceder las cotizaciones un tres por ciento.

Pero hasta hoy, ni una gota había caído en el sur de Córdoba y Santa Fe ni en Entre Ríos, donde esperaban con ansiedad el avance del frente frío desde el sur que desplazaba la ola de calor del centro del país y provocaba precipitaciones.

En Santa Fe, el secretario de Agricultura, Daniel Costamagna, dijo que las pérdidas de maíz en esa provincia son de 40 por ciento, alrededor de un millón de toneladas y de 15 por ciento en la soja.

“Tenemos entre siete y diez días de vida para que la situación no sea desastrosa”, advirtió. (Télam)
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