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 viernes, 23 de diciembre de 2005  
Yo opino
Lo mejor y lo peor de la escuela

Camila Pereyra(*)

La educación de mis maestras fue muy buena durante este año, porque explicaban bien. A veces me hacían reír, aunque a veces nos retaban, eso pasaba cuando nos portábamos mal o no les hacíamos caso, pero también porque sí.

Nos propusieron que en los recreos en vez de pelearnos lleváramos juegos de mesa. Entonces algunos chicos llevaron cartas para jugar al truco y otros sogas para saltar. A mí gustó la soga. Después elegí quedarme en el salón charlando con mis compañeros, o haciendo la tarea (cuando me la olvidaba).

Prefiero la matemática y las ciencias sociales. Matemática porque me gustan las cuentas y los problemas; sociales me gusta la historia de la Argentina, la vida de los aborígenes, lo que hacían para vivir. Lengua no me gusta, en realidad lo que no me gusta es copiar y copiar. No tengo muchos errores y prefiero escribir cuentos y poesías. También leer.

Este año escribí un cuento que trata de una chica que como le tenía miedo a la oscuridad, se escapó de la casa y se perdió. Los padres la buscaron y encontraron porque ofrecieron una recompensa. Al final puse como moraleja que los padres lo único que querían era la hija y no la plata.

Ahora hablemos de mis compañeros. Cuando los conocí (me pasé del turno tarde a la mañana) me trataban mal, porque me decían cosas feas, pero ahora me llevo bien con la mayoría.

Para el año que viene me gustaría seguir con el mismo grupo. También que algunas cosas cambien en la escuela. Por ejemplo, un deseo es no tener tarea y que el recreo sea más largo. También más espacios para jugar. Más horas de computación donde tengamos que escribir y no mirar del pizarrón. Y clases de dibujo.

Quisiera además que los temas fueran tratados más amplios. Por ejemplo, si damos la alimentación que nos enseñen por qué hay chicos que pasan hambre. Lo mismo sobre la pobreza.

En un futuro me gustaría ser veterinaria como mi papá, porque me encantan los animales.

En resumen: lo mejor de la escuela son los compañeros, mis amigos; y lo peor, las maestras cuando nos retan porque sí.

(*) Tiene 11 años y es de Rosario
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