Un suicidio que parecía asesinato copiado de un guión de Hollywood

Una mujer se quitó la vida sugiriendo un homicidio. Se inspiró en la protagonista de un filme que se asfixia tras montar la escena de un crimen y filmar su muerte

Buenos Aires.- Fue, en apariencia, uno de esos casos en que la realidad imitó al arte. A una mujer de 33 años la encontraron asfixiada, con una bolsa en la cabeza y las manos atadas hacia atrás en un barrio del Gran Buenos Aires. Los atributos de la escena no hicieron más que disparar las conjeturas en una sola dirección: había sido un asesinato. Pero una explicación del novio de la víctima desbarató la hipótesis del crimen. El hombre explicó que ella deseaba copiar la escena de una película que había visto semanas atrás, en la que el personaje central pone fin voluntariamente a su vida, aunque montando la escena de tal forma que se infiera un homicidio.

El filme en cuestión es "La vida de David Gale", una producción de Hollywood del director inglés Alan Parker. El suceso que retoma el argumento de la película ocurrió anteayer en un taller de costura de Caseros, en el conurbano bonaerense. Los resultados de la autopsia establecieron que la mujer, que tenía antecedentes depresivos, se había suicidado. Y descartó la primeriza hipótesis de asesinato.

Para poner fin a su vida, Marina Mariel Viejo pareció asumir la trama de esta película estadounidense, cuyo argumento apunta a demostrar cómo mediante la adopción de la pena capital se puede matar a un inocente. Cuenta la historia de dos activistas contra la pena de muerte que llevan sus ideales hasta el punto de sacrificar sus vidas para demostrar que alguien puede ser ejecutado en base a la valoración equivocada de un tribunal. El protagonista David Gale (Kevin Spacey) filma el suicidio de su compañera Laura Linney (Constance Hallaway) pero permite que una cadena de indicios en su contra lo hagan aparecer como autor de su muerte. La evidencia de que fue sentenciado por error se advierte cuando ya es demasiado tarde: el mismo condenado prepara las cosas de manera tal que la filmación del suicidio de su amiga, que aparece con una bolsa en la cabeza que se coloca ella misma, se difunda después de que él haya sido ajusticiado.

Marina Viejo, precisamente, fue encontrada con la cabeza embolsada el lunes a la mañana en el taller de costura donde trabajaba y vivía con permiso de su dueño, situado en Joaquín Spandonari 3013, en Caseros, partido de Tres de Febrero. Fue el novio de la mujer quien reveló a los investigadores que días antes habían visto juntos "La vida de David Gale", la película que orientaría la causa a la pista del suicidio.

El novio de Marina, que era depresiva, aseguró que tras ver la película ella le confesó que "quería morir así". Según los voceros policiales, él no lo tomó en cuenta.

Los peritos determinaron que la mujer tenía la cabeza adentro de una bolsa plástica y las manos atadas, mientras que en la autopsia se estableció que había muerto asfixiada, aunque llamativamente no tenía signos de defensa en el cuerpo. Quien encontró el cadáver fue su novio, que fue a buscarla y decidió violentar la puerta del taller al ver que ella no respondía a sus llamados.

Más tarde se estableció que la víctima, madre de un niño de 12 años, había dejado tres cartas, una para su hijo, otra para su madre y la restante para su novio, en las que decía que no aguantaba más y les pedía perdón por su decisión.

Las sospechas del suicidio se fundamentaron además en que las ataduras que la mujer tenía en las muñecas no estaban lo suficientemente firmes como para evitar, en caso de tener la voluntad de hacerlo, que se quitara la bolsa de la cabeza.

Ahora los peritos aguardan los resultados de estudios toxicológicos para determinar si la mujer, antes de montar la escena, ingirió alguna sustancia.