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 miércoles, 26 de octubre de 2005  
Atletismo: Carlos Sacchi perseveró y triunfó
El deportista es un ejemplo de constancia y fue subcampeón en el Mundial de veteranos

"Constancia". Con esa palabra Carlos Sacchi explica las razones de la medalla de plata que se trajo del Mundial de atletismo veterano de San Sebastián. A los 75 años, y con un físico envidiable moldeado en el deporte, es el único rosarino que alcanzó el podio al lograr la segunda posición en los 1500 metros llanos. "En el momento de cruzar la meta se me cayeron algunas lágrimas", cuenta el rosarino, que ya había sido subcampeón en Valladolid 2000, en la prueba de 10 kilómetros.

"Durante un año preparé con el entrenador Pablo Caputi mi participación en el Mundial y acá están los resultados", comenta Sacchi antes de meterse de lleno en su actuación consagratoria en los 1.500 metros.

"Todo salió de acuerdo a lo planeado y apenas crucé la meta se me cayeron algunas lágrimas. El estadio estaba repleto y escuchaba a todos mis compañeros de la delegación argentina que no paraban de alentarme. Fue una sensación muy fuerte", describe.

Después comenta que quedó "ahí nomás del primer lugar", aunque lo dice como una anécdota porque la medalla de plata lo dejó por demás de satisfecho. Y aclara que no le "sorprendió" el segundo puesto. "De acuerdo a lo que veníamos analizando, y a mi rendimiento, estaba dentro de lo previsto".

Otro mérito de Sacchi fue que su marca se convirtió en un nuevo récord nacional y sudamericano.

También estuvo cerca de subirse al podio en los 800 metros, al finalizar en la cuarta ubicación.

Lo llamativo es que la carrera de Sacchi comenzó a llenarse de premios y distinciones en su etapa de veterano y no anteriormente, pese a que sus inicios se remontan a 1945. "Siempre fue complicado practicar atletismo. Había que repartir las horas entre el trabajo y los entrenamientos. De joven nunca pude destacarme y una vez que dejé de trabajar me dediqué de lleno al deporte", explica sobre los motivos por los cuales ahora consiguió sobresalir.

No es el único argumento que expone y habla de "constancia" para entender su podio en el Mundial. "Entreno todos los días sin importar si llueve, está nublado o hay sol. Es la única manera para conseguir esto", asegura.

"Además tuve la fortuna de no tener lesiones graves y eso es un beneficio. En el atletismo de veteranos, una lesión puede condicionar el futuro".

Para concurrir al Mundial tuvo los mismos avatares que la mayoría de los deportistas que compiten en el exterior. Debió golpear puertas hasta conseguir el último centavo para viajar. "Mucha gente me dio una mano y prefiero no mencionarlos. Si me olvido de alguno sería injusto", dice.

Sin embargo, existe una trilogía que no puede quedar al margen: su familia, el entrenador Caputi y el doctor Carlos Lancellotti (facultativo que asiste al plantel profesional de fútbol de Central Córdoba) que lo atiende periódicamente.

Caputi toma la palabra y elogia a su atleta: "Tiene un físico privilegiado. Tanto con él como con los otros veteranos de la ciudad mi exigencia es similar a la que uso para trabajar con un grupo de élite de menor edad".

Durante esta temporada, Sacchi fue campeón nacional de cross country (con récord sudamericano), ganó los 800 metros del Grand Prix Mercosur de Rosario (mejor marca nacional y sudamericana), y estuvo presente en todas las maratones de la ciudad. El Mundial completó un año formidable. Pero nada lo limita, y menos su edad. El quiere dar mucho más de lo que dio hasta ahora.
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El notable velocista rosarino.

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