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 sábado, 22 de octubre de 2005  
Detenido VIP. Una sargento hizo la presentación en Tribunales para poner a salvo su trabajo
Denuncian que en la seccional 14ª un preso goza de beneficios especiales
El detenido tiene "permiso" para salir de compras ir al cine y hasta fue invitado al casamiento de un agente

Ariel Etcheverry / La Capital

Una mujer policía denunció en un juzgado penal que en la seccional 14ª, en la que se desempeñaba como oficial de guardia, existe una situación por demás de irregular con un preso acusado de homicidio. La denunciante dijo que el hombre recibe beneficios indebidos como permisos para salir a pasear, hacer compras, atender el teléfono, ir al cine y hasta para asistir a la fiesta de casamiento de un efectivo de esa seccional, de la cual volvió alrededor de las 6 de la mañana. Quien planteó esto ante la Justicia es una sargento con más de 10 años de antigüedad en la fuerza que, según dijo a La Capital, decidió radicar la denuncia por dos cuestiones fundamentales: porque su jerarquía dentro de la dependencia "así lo impone" y porque "tolerar esa anormalidad era estar al borde de cometer un delito". Además, porque "al pedir explicaciones insistentemente a los superiores recibí como respuesta un traslado de destino".

La denuncia ingresó el jueves a última hora en el juzgado de Instrucción Nº3, a cargo de Luis María Caterina. Quien expuso la irregular situación es una sargento que hasta hace pocos días se desempeñaba como oficial de guardia de la seccional 14ª. En rigor, se presentó en los Tribunales pidiendo que se investigue lo que denominó una "situación anormal que me comprometía seriamente por mi trabajo".

Según fuentes del caso, la irregularidad quedó expuesta cuando la mujer llegó a la dependencia de Marcos Paz y Provincias Unidas tres meses atrás. Antes había cumplido la misma función en otras comisarías, al menos en los últimos seis años. A los pocos días comprobó que allí estaba alojado un preso VIP o, al menos, que gozaba de ciertos beneficios vedados para el resto de los internos alojados en ese lugar.

Se trata de Ramón Norberto Fruto, de 34 años, quien se encuentra detenido acusado de asesinar a su mujer en un hecho ocurrido en noviembre de 2002. La situación judicial de Fruto aún no fue resuelta, ya que el expediente que lo tiene como imputado se encuentra en la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones (ver aparte). Es decir, el caso no está cerrado, pero con ese delito no tiene posibilidad de acceder a ningún tipo de beneficios.

Lo cierto es que Fruto, hasta ayer, no estaba alojado con el resto de los detenidos. Ocupaba una pieza ubicada en la planta alta de la seccional. Es un lugar a medio construir, pero que no tiene ni por asomo las falencias ni el hacinamiento de personas que se registra en el penal principal. Tiene paredes de ladrillo hueco y techo de madera con membrana asfáltica. Pero lo más grave fueron los movimientos del detenido dentro de la seccional.

De acuerdo a la presentación judicial, Fruto solía figurar en el listado de detenidos, pero en ningún documento oficial se hacía constar su alojamiento en un lugar distinto al del resto de los reclusos. La sargento señaló en Tribunales que al poco tiempo de trabajar en la 14ª notó que el acusado entraba y salía de la comisaría libremente. Cuando supo que se trataba de un interno con una grave acusación encima, la oficial se dirigió al jefe de la dependencia, comisario Rubén Navarro, para preguntarle si existía algún oficio judicial que autorizara a Moncho (tal el apodo con el que todos llamaban al preso) a salir en forma periódica de la seccional.

La sargento se sintió abrumada. Según declaró, el jefe nunca le mostró un documento oficial. Por el contrario. Primero trató de esquivar el requerimiento con bromas y respuestas evasivas y después directamente le dijo que "Fruto era un buen muchacho y que se despreocupara, que no pasaría nada". Su puesto de oficial a cargo de la dependencia la colocaba en una situación harto complicada. "Yo sólo quería que me muestre un oficio. Después me quedaba tranquila. Mi trabajo estaba en juego. Si llegaba a pasar algo, la primera en tener problemas iba a ser yo. Yo tengo que cuidar mi trabajo, tengo una familia que mantener", expresó la mujer.

Asimismo, la mujer explicó que estuvo un mes esperando que le mostraran alguna documentación que avalara las salidas de Fruto, pero nunca obtuvo respuestas positivas. Durante el tiempo en que la denunciante estuvo en la 14ª, el detenido hacía compras en un quiosco cercano, al menos una vez se fue de paseo al complejo de cines Village y hasta llegó a estar entre los invitados a la fiesta de casamiento de un agente de la seccional.

La situación irregular del preso llegó a oídos del inspector de Zona V, comisario Carlos Alberto Vanelli, el superior inmediato de Navarro. Entonces, según el relato de la denunciante, los "escapadas" del recluso se suspendieron por unos 20 días. "En esa época no salió más. Se quedaba en la pieza de arriba y nada más", agregó. Pero los desplazamientos de Fruto se reanudaron, incluso recibía llamadas que ingresaban por los números de la seccional y recibía fuera del horario de visitas a ex compañeros de trabajo.

En una ocasión, la oficial se plantó ante sus superiores y anunció que dejaría asentado en el libro de guardia cada uno de los paseos de Fruto, muchos de los cuales se realizaban con la compañía de alguno de los efectivos policiales. A partir de entonces, la sargento comenzó a sentir presiones como, por ejemplo, ser apartada de sus funciones habituales. "No me dejaron tocar más el libro de guardia y mis superiores me retiraron el saludo. Tuve que tomarme días de licencia porque trabajar ahí fue un caos", contó. Cuando se reincorporó al parecer nada había cambiado.

Fue entonces cuando sus superiores le anunciaron días atrás que debía cambiar de lugar de trabajo. El destino fue la seccional 12ª de barrio Ludueña.
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Fruto estaba alojado en una habitación en los altos de la seccional 14ª.

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