Doble riesgo en el Parque. Luján y Matthysse serán las grandes atracciones de la velada de box de esta noche

Iron Luján quiere ser el primer campeón mundial rosarino

Pimienta vuelve a pelear tras su intento ecuménico y prometió algo inédito para la ciudad: ganar el título mundial

Lucas Vitantonio / Ovación

Sebastián Luján ya entró en la historia del deporte rosarino. Esta noche tendrá una nueva chance de demostrarlo cuando enfrente tenga al ex campeón argentino de los 66,678 kilogramos, el estilista Ariel Chaves. A pocas semanas de su segunda excursión mundialista, Iron estará frente a su gente para intentar demostrar, una vez más, que la corona ecuménica sólo es cuestión de tiempo, en una velada espectacular que también tendrá la presencia de Walter Matthysse, campeón OMB latino welter, invicto en 23 combates y 22 de ellos ganados por nocaut.

Luján fue el primer boxeador de la ciudad en combatir por un título mundial. Lo hizo este año por partida doble en el exterior y en ambas oportunidades estuvo cerca de conquistar el máximo cinturón. Esta noche volverá a subir al ring ante su público y espera hacerlo de la mejor manera, con una categórica definición por nocaut. Maduro, sin perder jamás el sentido del humor, convencido de sus palabras y sin pelos en la lengua, Iron se animó a un mano a mano con Ovacion que incluyó el recuerdo de su primera pelea como amateur, las fallidas chances mundialistas, la rutina de entrenamiento y la promesa de retirarse cuando cumpla 29 años (tiene 25). Abordó cada tema sin casete, de frente, como cuando sube al ring a desatar una tormenta de golpes sobre el rival. "Seré el primer campeón del mundo de Rosario", auguró.

El festival de esta noche lo tendrá como uno de los protagonistas excluyentes de la velada "Doble riesgo", que se desarrollará en el estadio cubierto de Newell's. El rival de Luján será el bonaerense Ariel Gabriel Chaves, en la categoría súper welter, en un combate pautado a 10 rounds.

"Estoy muy bien entrenado. La última pelea con el húngaro Mihaly Kotai fue hace menos de 30 días. Nunca subestimo a los oponentes. Todas las peleas son muy importantes y para mí cualquier rival que se me ponga enfrente es un campeón al que le tengo que arrebatar el título. Igual estoy seguro que voy a ganar, pero en la cancha se ven los pingos. Prometo definición por nocaut", anticipó Luján.

En cuanto a su forma de plantear las peleas no tiene demasiados misterios. "Estoy siempre concentrado. Subo al ring y luego de errar un par de piñas quiero arrancarle la cabeza al oponente. Siempre voy al frente. Mi mejor defensa es el ataque", explicó.

Este año el calendario del rosarino fue bastante agitado. Se destacaron las dos peleas donde fue por la obtención del título mundial. El primer intento fue el 18 de febrero, cuando combatió por el cetro welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en Atlantic City, contra el mexicano Antonio Margarito. La pelea se detuvo en el décimo asalto por un corte importante en la oreja de Luján. "Estoy seguro que si hubiera trabajado con un equipo de entrenamiento más profesional ganaba esa pelea", afirmó.

El segundo intento fue el 23 de septiembre, en Manchester, donde estaba en juego el título de la Organización Internacional de Boxeo (IBO), en la categoría súper welter. Las tarjetas sentenciaron un empate con fallo dividido, lo que le permitió al húngaro Mihaly Kotai retener la corona. "Un empate allá es un triunfo. Creo que a la pelea la gané con claridad", advirtió.

Distendido, sentado cómodamente a un costado del ring de su propio gimnasio en la zona sur, Luján reconoce que "es un orgullo haber sido el primer boxeador rosarino en pelear por un título del mundo. Entré en la historia y voy a quedar también en la historia porque seré el primer campeón del mundo de la ciudad. El año que viene espero tener otra chance mundialista. Hasta que me retire a los 29 voy a intentar ser el mejor", confió.

Respecto de la edad del retiro, el boxeador explicó que se debe a una "promesa". Y agregó: "Quiero subir y pelear con la juventud y en buen estado físico. No me gustaría pasar vergüenza sobre el ring. Luego voy a trabajar como promotor y ayudaré a los valores amateurs".

Todavía recuerda el debut en el boxeo amateur. "La primera pelea fue cuando tenía 17 años. Se disputó en San Nicolás y el oponente era un tal Vera. Le gané por puntos en tres round. Lo mandé dos veces a la lona. Desde ese momento aprendí que el boxeo es un arte: pegar y no dejarse pegar. Y me enamoré de la carrera, del boxeo como deporte", dijo.

La vida del boxeador no es para nada sencilla. Para estar en los primeros planos la conducta es fundamental. Por ello Luján realiza diariamente dos turnos de entrenamiento. Dos horas de ejercicios físicos por la mañana y otras dos horas por la tarde en el gimnasio, donde hace guantes sobre el ring. A esto se suma una alimentación adecuada, integrada por carnes, pastas, frutas, jugos y vitaminas.

Siempre tuvo la inquietud de transmitir sus conocimientos y experiencias a las nuevas generaciones. Por ello abrió su propio gimnasio, algo que lo llena de orgullo. "De amateurs todos los boxeadores sufren muchas necesidades e incomodidades. Desde que empecé a boxear soñé con abrir un gimnasio para los jóvenes. Por fortuna lo pude concretar. Vienen chicos desde los 10 años a divertirse, a pegarle a la bolsa", relató.

Si bien está identificado con Newell's, por usar la camiseta rojinegra antes de varios combates, Luján deja un mensaje para el final de la charla. "El sábado (hoy) en la velada boxística los espero a todos los rosarinos, sean de Newell's, Central o Tiro Federal", concluyó.

Luján cumplió su sueño de abrir su propio gimnasio en Rosario.