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 miércoles, 08 de junio de 2005  
"Romina va a ser una buena mamá"
La perito judicial María Teresa Fernández citó antecedentes similares que avalan su diagnóstico

Miguel Pisano / La Capital

"Puedo asegurar que ella va a ser una buena mamá", sorprendió ayer la psicóloga María Teresa Fernández, perito de parte de Romina Tejerina, la chica que mató a su bebé a poco de dar a luz. Fernández, en su pequeña oficina del Hospital Psiquiátrico Néstor Sequeiros, de la capital jujeña, insistió a La Capital que "cuando tenga la oportunidad, Romina va a ser una buena madre. Y no lo digo ahora porque he trabajado con ella, lo digo porque me avalan casos exactamente iguales al de ella".

En ese sentido, explicó que "conozco una joven a la que le pasó exactamente lo mismo, y la traté en este mismo hospital. No tenía continentes familiares porque a su mamá no la conocía, su papá había muerto y sus hermanos no se hicieron cargo. Y hoy esa chica es mamá", advirtió la terapeuta que asiste a Romina desde hace mas de dos años.

"Yo le daría una oportunidad a esta adolescente. Pediría que la dejen en libertad, que le permitan hacer un proyecto -que los tiene, hoy los tiene-, que no sigamos castigándola y que no sigamos castigando a través de ella a nuestros adolescentes, que nos hagamos cargo de cambiar una sociedad vacía por una sociedad con contenidos. Lo digo porque tengo antecedentes de casos de neonaticidio y me baso en el diagnóstico que hice para el juicio, que además está respaldado por un informe psiquiátrico de la médica María Calvo", afirmó Fernández.

"Romina tiene un proyecto de vida y ahora cuenta con la contención de su hermana mayor y su madre, de modo que hay que alentarla a desarrollarlo. Conozco casos similares, de chicas que han pasado por lo mismo, y que ahora son muy buenas madres.

Yo le daría otra oportunidad porque me parece que es una chica que va a andar muy bien. Me parece también que ahora la familia ha cambiado y que Romina ha cambiado. Una vez le pregunté que iba a hacer el día que saliera en libertad, me dijo que iba a ir a ver a su familia y después iría al cementerio donde está la beba.

-¿Romina tuvo un brote psicótico?

-Sí, Romina tuvo un brote psicótico, tuvo una pérdida momentánea de la comprensión de sus actos. Ella ha experimentado una disociación de la conciencia y eso constituye un episodio psicótico agudo. Y antes del neonaticidio, ella venía sufriendo un estrés postraumático, que se da en este hecho traumático, en el factor desencadenante, que fue la violación.

Ella sufrió un estrés postraumático y cometió el neonaticidio, del que le vuelven imágenes o flashes. Romina estaba en un estado de embotamiento afectivo, le parece que esto no le sucedió a ella, como si lo viera detrás de un vidrio o como si fuera un hecho más de su vida.

-Su diagnóstico sobre el brote psicótico de Romina, ¿puede ser tachado de subjetivo por su condición de perito de parte?

-De ninguna manera, porque soy también perito de la Justicia. No he tomado ningún compromiso de parte en esto, sino que he trabajado analizando la situación y sostengo el diagnóstico. Romina vivió esa situación; nadie que pase por lo mismo puede llegar a un parto normal y sin efectos, porque hay cosas que uno puede analizar para saber por qué paso esto que hay que tener en cuenta.

-La fiscal Liliana Fernández de Montiel dijo que considera secundario si fue o no violada.

-En tribunales, la fiscal me preguntaba desde dónde yo aseveraba que Romina había sido violada y le dije que mi instrumento de trabajo son los dichos de la paciente, que es la única forma que tengo de saberlo. Pero, más allá de esa discusión, no me meto en el juicio sino que me remito a la situación de esta joven, que de ninguna manera estaba en condiciones de tener un parto normal. Fue violada, tuvo un embarazo no deseado, lo ocultó nueve meses y no se lo dijo a nadie, salvo un comentario a su hermana; intentó abortar y, en definitiva, no pudo establecer ningún lazo de afecto con la criatura.

Todo esto hace que se descarte la premeditación. Esto está muy descripto en la bibliografía del neonaticidio, que se produce por el golpe contra la taza del inodoro, porque generalmente lo tienen allí, por asfixia o por apuñalamiento. Son actos hechos sin mediación de la conciencia.
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Fernández sostuvo que debe darse otra oportunidad a la joven.

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