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 domingo, 05 de junio de 2005  
Como preparar el cuerpo para la gestación

María Fernanda Barro Gil

Una nueva tendencia en medicina preventiva surgió recientemente a partir de la recomendación de consumir ácido fólico tres meses antes del comienzo del embarazo. Ya no se trata de cuidar la alimentación y la salud durante los nueve meses de gestación, sino que las semanas previas a la concepción también son claves para que el nuevo embrión anide en un organismo materno libre de toxinas y con un buen estado nutricional.

Según la doctora Andrea Marazzi, ginecóloga especialista en medicina reproductiva, lo importante es crear conciencia acerca de este tipo de cuidados que aún no son habituales porque hay evidencias científicas que aseguran que la alimentación y los hábitos cotidianos que recomienda el médico para cada paciente reducen la incidencia de muchos trastornos de la gestación que pueden afectar a la madre o a su bebé. El primer paso es cuidarse como si ya se estuviera embarazada, dejando de fumar y evitando el consumo de alcohol, entre otras medidas.

La médica genetista Mariana Carillo opina que las primeras semanas de gestación son fundamentales para el desarrollo del feto, especialmente para el sistema nervioso y ciertas estructuras embrionarias de las que derivarán órganos vitales y glándulas. El alcohol es una sustancia de consumo habitual y considerado inofensivo por los adultos en cantidades moderadas, pero es responsable de serios efectos teratogénicos para el feto en sus primeras semanas de vida.


Algunos cuidados
u Acido fólico: se lo puede considerar como "la estrella de la planificación de un embarazo". Numerosos estudios indican que consumir diariamente un suplemento que aporte de 100 a 500 microgramos durante no menos de 3 meses antes de buscar el embarazo, reduce notablemente las posibilidades de fallas en el cierre del tubo neural del feto, alteración que se pueden producir en las primeras semanas de embarazo durante el desarrollo del sistema nervioso del futuro bebé, y son responsables de defectos congénitos y enfermedades como la espina bífida, entre otras.


No basta con comenzar a ingerir este nutriente al inicio del embarazo porque el cambio metabólico que produce en las células del organismo no es inmediato. En cuanto a la dosis, sólo el médico puede prescribir la adecuada a cada paciente.
u Vacunas: la visita al médico es otra medida fundamental porque puede indicar estudios de sangre para detectar la presencia de anticuerpos o marcadores de enfermedades como rubéola, hepatitis o toxoplasmosis, y a partir de los estudios aconsejar vacunas.


En cuanto a los trastornos preexistentes, la doctora Marazzi explica que "un buen seguimiento médico previo ayudará a encontrar el momento adecuado para la búsqueda del embarazo y asegurar un margen de riesgo mínimo o nulo según el caso".
u Infecciones: existen varias enfermedades infecciosas que pueden ser peligrosas para el bebé en gestación. Por ejemplo, si hubo contacto directo con un familiar con hepatitis en ciertos casos puede ser necesaria la aplicación de una dosis de gammaglobulina o postergar el embarazo un par de meses. Enfermedades como la toxoplasmosis, brucelosis, salmonelosis, entre otras, se pueden contraer por el consumo de alimentos contaminados que no fueron correctamente lavados o cocinados. En lácteos lo más seguro es elegir productos de marca que aseguren una correcta pasteurización en lugar de alimentos caseros de procedencia desconocida. No es necesario deshacerse de los animales domésticos, pero sí evitar tener contacto con las heces por el riesgo de toxoplasmisis.

u Genes: es importante informar al médico de las enfermedades de la familia para evaluar la posibilidad de que sean transmisibles a los hijos, y si fuera necesario realizar una derivación con un médico genetista para descartar posibles trastornos o determinar el nivel de riesgo de transmisión.

u Tóxicos: el cigarrillo puede hacer más difícil el logro del embarazo, pero además expone al bebé a problemas de salud como retardo de crecimiento intrauterino, entre otros trastornos, según numerosos estudios científicos. El alcohol puede producir también alteraciones en la calidad genética del ovocito, y una vez logrado el embarazo es responsable de numerosos defectos congénitos y enfermedades de todo tipo. Una mujer bebedora que deja de tomar alcohol a partir de la confirmación del embarazo, puede sin embargo transmitir daños genéticos por las ingestas previas por lo que el cuidado debe comenzar dos a tres meses antes.


También se deben evitar todo tipo de drogas y la exposición a sustancias tóxicas como pesticidas e insecticidas, y productos con plomo como ciertas pinturas, solventes y pegamentos.
u Rayos: evitar radiografías y estudios que utilizan sustancias radioactivas. Hay que consultar con el médico si tiene un familiar que está realizando un tratamiento oncológico o deberá realizar un estudio con la inyección de sustancias de este tipo, porque a veces puede ser necesario evitar el contacto con esta persona durante un par de días posteriores al procedimiento.

u Dieta: los alimentos ricos en grasas saturadas, el exceso de azúcar y el café generan toxinas que comprometen el estado general de salud. Asimismo, las dietas pobres en nutrientes también son perjudiciales. Una alimentación adecuada debe apoyarse en tres principios fundamentales: vitaminas y minerales (frutas, verduras, lácteos), proteínas (carnes y lácteos) y calorías (hidratos de carbono y grasas).


Es importante respetar las cuatro comidas básicas, e incluso agregar algunas colaciones a media mañana, y antes o después de la merienda para evitar permanecer muchas horas sin ingerir alimentos.
u Estrés: puede dificultar el logro del embarazo y durante la gestación podría ser causa de hipertensión, bajo peso del feto, pérdida del embarazo, entre otros trastornos. Un estado emocional equilibrado se reflejará en la salud general.

u Edad: el margen que presenta menores riesgos se encuentra entre los 25 y los 34 años (período de mejor calidad de los ovocitos). Sin embargo, si debido a la situación personal, de pareja o desarrollo profesional una mujer ha debido postergar la maternidad más allá de esta edad, la medicina reproductiva tiene mucho para brindarle y lograr un embarazo sano.


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