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 domingo, 05 de junio de 2005  
Romina tuvo una historia familiar violenta
Especialistas dan a conocer sus primeros informes sobre la chica jujeña que mató a su hija recién nacida

Peritos psiquiátricos advirtieron ayer que Romina Tejerina, acusada de haber matado a la beba que gestó por una presunta violación (la chica responsabiliza a un comerciante que la llevó en su auto a la salida de un baile y la forzó a tener sexo), tuvo "una historia familiar violenta", con agresiones físicas, verbales y psicológicas.

Si bien los informes psiquiátricos coincidieron en señalar el aspecto violento de la relación intrafamiliar, los peritos remarcaron que Tejerina "no tuvo un episodio psicótico agudo" tras dar a luz a la beba, "ni alteración de conciencia", como plantea la defensa para alcanzar la absolución.

Los psiquiatras y psicólogos señalaron que la joven, quien tenía 19 años cuando se produjeron los episodios, "nunca tuvo ganas de quedar embarazada" y tampoco tener la criatura, sea producto de una "relación normal o violenta, como una violación".

Pero las contradicciones entre los profesionales se dieron en el punto sobre el que la defensa basa su estrategia, el estado de conciencia de Tejerina al momento de dar a luz a su beba, el 23 de febrero de 2003, cuando llevaba siete meses de embarazo y tomó laxantes para abortar.

En ese marco, la psiquiatra de parte María Teresa López dijo al tribunal que Tejerina "tuvo una infancia muy violenta por parte de la familia, tanto física, como verbal y psicológica". "Sintió mucho la falta de contención familiar cuando estaba embarazada, por eso lo ocultó, además de por ser producto de una violación", señaló López.

Destacó que cuando "dio a luz, Romina tuvo un ataque de emoción violenta, un episodio de ataque psicótico agudo". En ese sentido, consideró que "cuando fue entrevistada por los peritos judiciales, ellos demostraron claramente una animadversión hacia la procesada porque no la ayudaban a reconstruir su historia de vida, sino que la interrogaban como si fueran la policía".

"De eso me di cuenta porque yo estaba presente cuando le preguntaban", acotó, y recomendó que la joven siga "con el tratamiento psiquiátrico".

En tanto, la psicóloga Teresa Hormigo y los psiquiatras Mabel Sánchez y César Burgos, peritos judiciales, coincidieron en que "Romina no tuvo un episodio psicótico agudo" cuando nació su beba y aseguraron que "tampoco sufrió ataques de emoción violenta y alteración de conciencia en ese momento".

Pero los tres aceptaron la primera parte del planteo de López referida a la "historia de violencia familiar" que sufrió Tejerina, "especialmente cuando vivía con sus padres". Al respecto, señalaron que sólo mermó la parte física cuando la joven se mudó de casa y fue a vivir con su hermana, aunque la "violencia verbal y psicológica continuó".

El tribunal que integran los jueces Antonio Llermanos, Héctor Carrillo y Alfredo Frías, anunció luego que el juicio continuará el jueves próximo.

Para ese día, la fiscal Liliana Fernández pidió que declare la asistente social María Cabrera, quien elaboró un informe socio-ambiental de Tejerina, a fin de ahondar en la historia familiar de la imputada. (DyN)
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