| jueves, 18 de noviembre de 2004 | "No sé qué puede pasar con esas modelitos" El reconocimiento deportivo genera orgullo, satisfacción y también actúa como un trampolín a logros mayores. Pero esta exposición pública también origina otras situaciones, donde el hombre en cuestión se convierte en un imán para diferentes compañías. Entre ellas las mujeres. Y cuando el diálogo remite a este tema, Sebastián Luján se ríe enseguida admitiendo la aparición de este extraño fenómeno para quien sale del anonimato para ser popular.
-Aunque parezca increíble, la fama te hace lindo, y esto es algo habitual en el fútbol, ¿en el boxeo también?
-Sí, sí, aparecen varias chicas que te dicen que sos lindo, que sos bárbaro, que sos lo más.
-Y vos les creés.
-(no puede contener la risa). Y sí, se les cree, se les cree. Pero en el fondo no, tampoco somos tontos.
-Es difícil creerles porque la misma que antes ni siquiera te miraba ahora se acerca como si fueras Brad Pitt.
-Sí, sí. Pero bueno, también sirve para incrementar la autoestima y la confianza, y esto es muy útil cuando subís al ring.
-¿Pero no debe ser nada simple mantener la conducta cuando la preparación exige muchas privaciones?
-Hasta ahora vamos bien, y la verdad que hasta ahora no me la creí, pero vamos a ver qué pasa cuando vengan esas modelitos, como las que se le acercaron a Tevez. Ahí no sé qué puede pasar. enviar nota por e-mail | | |