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 domingo, 31 de octubre de 2004

Exposición al sol: Bronceado sin riesgos

El sol es fuente de vida, felicidad y energía: uno de los bienes más preciados de la naturaleza cuyos efectos son cada vez más conocidos y demostrados. Los beneficios para nuestro organismo son múltiples: aporta vitamina D, mejora la circulación, protege contra algunas infecciones, mejora muchas enfermedades cutáneas, proporciona vitalidad pero ya se sabe: "Lo bueno, si breve", siempre es mejor.

Tomado en exceso provoca quemaduras, envejecimiento cutáneo prematuro, arrugas, piel seca y opaca, pero lo más importante es que puede generar o despertar un cáncer. Las radiaciones ultravioletas, provenientes de fuentes artificiales (camas solares o lámparas) o directamente del sol pueden ser por rayos UVA , UVB y UBC.

Los UVA estimulan la formación de melanocitos, pero además penetran hasta la la epidermis atacando a los núcleos de unas células dando lugar a una piel menos elástica (estos efectos son acumulativos).

Las UVB estimulan la producción de melanina, activan la vitamina D y dan un bronceado lento, intenso y duradero pero por falta de protección provocan quemaduras e inflamaciones (son más intensos al medio día y responsables de la mayor producción de cáncer de piel).

En cuanto a los rayos UVC e infrarrojos (que son también emitidos por el sol) a los primeros los absorbe la capa de ozono y sus efectos no influyen en el bronceado; los segundos son los responsables de esa sensación de calor, enrojecimiento y sequedad.

Pocas personas renuncian al placer y al buen color, olvidándose de la posibilidad de desarrollar el tan temido melanoma (que hoy en día diagnosticado a tiempo es curable).

Para poder seguir tomando sol, pero de una manera segura se sugiere:

u Usar un protector solar con SPF 15 o mayor, aplicándolo en áreas expuestas 30 minutos antes de salir (a través de las nubes pasa el 75 por ciento de los rayos por eso no se confíe en los días nublados).

u Proteger debidamente a los menores y concientizarlos sobre los cuidados de la piel. Nunca exponer al sol a bebés de menos de 6 meses.

u No exponerse por largos períodos sobre todo entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde porque los rayos solares son muy intensos.

u Las superficies como arena, cemento y nieve reflejan la radiación. El estar bajo sombrillas o carpas no garantiza protección contra los rayos solares.

u Algunos medicamentos pueden producir fotosensibilización.

u La crema protectora deberá aplicarse 20 minutos antes de la exposición (de esta manera hay mayor absorción).

u Utilizar lentes con protección para rayos ultravioletas (quienes no se protegen tienen mayor predisposición a padecer cataratas, conjuntivitis o quemaduras de corneas.)

*No exponerse más de 3 horas aún con el factor de protección correcto.

u Hidratarse consumiendo agua y baños corporales repitiendo cada 3 horas la aplicación de la crema protectora. Es necesario elegir productos especialmente diseñados para cuidar las zonas más sensibles como el contorno de ojos, los labios, el escote, los empeines y la nariz.

u Los que padecen alergias con la aparición de erupciones deben tener precaución con el uso de cosméticos, perfumes y con la ingesta de medicamentos que pueden ser los causantes de la alergia (en esos casos se sugiere la no exposición y la consulta con un dermatólogo de confianza).

Muchas personas creen que una piel bronceada es más saludable que aquella que conserva el color natural. Esto es totalmente falso. Cualquier irradiación que produzca enrojecimiento es peligrosa. Las personas de piel blanca o/y pecosa, con cabello rubio, rojo o castaño, de ojos claros o con numerosos lunares son las que corren mayores riesgos. Sin embargo, las pieles morenas también sufren daños si se abusa de la radiación solar.

Sólo la aplicación de protectores solares permitirá disfrutar del sol sin sufrir daños (los más aconsejables son los que tienen un factor SPF de 15 o mayor, y resistentes al agua, al sudor y al roce). Recuerde que la salud de su piel dependerá de cómo la cuide.

Ramón Fernández Bussy

Dermatólogo

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