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 miércoles, 08 de septiembre de 2004

La forma extrema de expresar el dolor
Una chica se suicidó y en dos cartas explicó su decisión por los constantes abusos que sufrió de su padrastro.Leer los síntomas en víctimas de vejaciones y saber dónde ir por ayuda puede prevenir desenlaces trágicos

El suicidio de una chica de 18 años, que dejó una carta reflejando su agobio ante los abusos sexuales a los que era sometida por su padrastro, reflejó con expresividad el silencio angustioso y continuado que la joven había guardado antes. Su caso resulta la reiteración de una historia que suele vivirse de modo tan doloroso como oculto. Pero que tiene un denominador común: la gran mayoría de los episodios de violencia sexual contra menores son protagonizados por familiares o personas allegadas a la familia de la víctima. Así coincidieron especialistas de la Unidad Regional II y del área Niñez de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario.

C.A. murió el lunes a la noche luego de arrojarse del puente ubicado en el cruce de Circunvalación y Ovidio Lagos. La chica había llegado hasta el lugar en bicicleta. Según informaron fuentes policiales, vivía cerca de allí. Al parecer dejó apoyada la bicicleta contra uno de los terraplenes y subió a pie hasta el paso, desde donde se arrojó al vacío.

Poco después, la policía encontró el rodado y una mochila con útiles escolares. Entre esos elementos aparecieron dos cartas escritas prolijamente en letra de imprenta. Una estaba dirigida a la mamá y la otra a personas que podrían ser hermanas o amigas de la chica. Ambas misivas tenían el mismo tenor. En ellas, la menor pedía disculpas y explicaba los motivos de la drástica decisión que tomó.

Voceros de la Unidad Regional II señalaron que la joven decía sentirse angustiada por los abusos sexuales que sufrió durante muchos años por parte de su padrastro. El juez de Instrucción Adolfo Prunotto Laborde ordenó la realización de una autopsia y les pidió a los efectivos de la seccional 33ª que les tomen declaración a los allegados de la chica.

Desde el Centro de Atención a la Víctima de Delitos Sexuales, también conocido como comisaría de la mujer, la oficial Mariel Arévalo sostuvo ayer que en casos como éste "hay un proceso de ocultamiento de la situación. Cuando una mujer es abusada desde niña llega a la adolescencia con un proceso de naturalización de todo lo que vivió que queda expuesta ante una dualidad terrible: el que debería protegerla en realidad le causa un daño. Cuando la víctima es pequeña, el abusador puede hacerla callar fácilmente, pero cuando pasan los años es más difícil y es ahí donde aparecen las presiones y las amenazas".

Arévalo agregó que cuando un niño viene de varios años de agresión sexual "se produce un proceso interno que necesita sí o sí asistencia psicoterapéutica. Por eso es necesario estar alerta para visualizar el problema. Hay señales en los chicos que hay que saber interpretar y es fundamental el entorno, ya sea la familia, la escuela y los vecinos", apuntó.


Dentro del círculo
"El maltrato y abuso sexual a menores, salvo en algún caso esporádico de asalto callejero, se produce en el seno intrafamiliar. El agresor está dentro de un círculo que cuenta con un halo de confidencialidad, de silencio, de efectos psicológicos devastadores", opinó, por su lado, la coordinadora del Area Niñez de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad, Patricia Giuricich.

Con la salvedad de no poder opinar en detalle sobre este caso particular, la psicóloga comentó que el desenlace fatal que tuvo la chica "es terrible porque evidentemente no pudo pedir auxilio. Con ese acto comunicó lo que le pasaba, pero a la vez pierde la vida y ya no queda resto para otras cosas". Giuricich estimó que las organizaciones del Estado "deben intervenir para salvaguardar el supremo interés del niño".

La especialista remarcó que las situaciones de violencia sexual contra menores deben hacerse públicas, pero no sólo desde el punto de vista penal en una seccional de policía. "Acudir a una comisaría puede acarrear un desgaste, existen otras instituciones que también pueden ayudar a tratar esta cuestión". En ese sentido enumeró fiscalías y defensorías de los Tribunales provinciales, la comisaría de la mujer (que funciona en Italia al 2100), y el área de la Niñez de Promoción Social municipal. "Aquí hay guardias de lunes a viernes de 8 a 17, donde se reciben denuncias, que también se pueden concretar por teléfono al 4802444, interno 132 o 124".

"La Municipalidad tiene una red que incluye también a los centros de salud y Crecer, donde se pueden canalizar este tipo de atenciones".

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La mayoría de los casos de violencia sexual contra menores proviene del entorno familiar.

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