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 domingo, 05 de septiembre de 2004

"Hay que andar para encontrar un árbol grande"

No le alcanza ni para el combustible de un vehículo, por eso recorre los 7 kilómetros de su campo, de cien hectáreas, hasta la ciudad, en bicicleta. Santiago Ortiz entró en la red de productores de subsistencia que Fundapaz atiende e instruye para aplicar las técnicas de manejo sustentable del monte. "Ante el desastre que están haciendo las topadoras", Santiago se convenció que hay que cuidar el monte. Su campo está rodeado, los vecinos venden y los pequeños campos pasan a engrosar las grandes extensiones de monocultivo. Pero Santiago resiste.

Ortiz se crió en el monte y reconoce que "antes no teníamos conciencia. Mi padre, por ejemplo, no sabía que tenía que cuidar los algarrobos. Entonces los volteaba para hacer postes. Hoy ya no queda nada, tenés que andar mucho para encontrar un árbol grande", dice en su humilde casita de campo. Santiago tiene una huerta, siembra pastura, cría animales y produce miel. Descubrió que con las técnicas de manejo del monte se nota la diferencia: "rinde hasta un 80 % más. Pero igual no es para hacerse rico -aclara, por si hiciera falta-. Lo hacemos por mejorar nuestra vida y pensando en los que van a venir".

Los frutos más o menos razonables del manejo sustentable del monte requieren un tiempo. Y muchos productores muy pequeños, como Santiago, no pueden aguantar ciclos enteros sin obtener beneficios. "Los que tienen muchos hijos no pueden dejar de hacer leña o carbón porque no pueden subsistir -explica-. Aquí se necesita un incentivo del Estado para las diversas producciones del monte. Estamos pidiendo mil pesos por hectárea y por año para sostener las distintas producciones y no emigrar".

Santiago no conoce de estadísticas ni de estudios meteorológicos sofisticados. Pero tiene muy claro que el clima cambió, y está preocupado. "Todo es consecuencia de la depredación del monte, antes no era así. Mi padres me contaban que cuando llegaba octubre llovía. Ellos sembraban y cosechaban. Ahora sembramos por las dudas, porque no se sabe si va a llover o no. Puede venir una inundación, o se puede presentar una sequía".

El monte funciona como eje cultural en la vida de Santiago. Además de proveerlo de sustento, le da fundamento a su existencia. ¿Qué podría hacer este hombre viviendo en el Gran Rosario o el Gran Buenos Aires? Probablemente deteriorar aún más su vida. Santiago concluye que "trabajar en el monte es muy lindo pero también muy duro". Como la vida misma.

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Cocientizado. Santiago Ortíz, productor.

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