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 domingo, 18 de abril de 2004

La actriz adelanta cómo será la nueva tira que protagonizará por Telefé
Natalia Oreiro, en su papel más jugado y erótico
La actriz aseguró que los avances de "El Deseo" crearon una expectativa que no será fácil de satisfacer

Rodolfo Montes / La Capital

Sigue joven y con aires de cachorra. Pero no es la misma. Natalia Oreiro creció. Mantiene su impronta, la velocidad de respuesta, el carácter, el humor, pero hay algo nuevo en su encanto, está serena. Se la ve cómoda con los tiempos de su vida, menos apurada. Y hasta parece sólida cuando confiesa sus inseguridades.

A esta nueva Natalia Oreiro, que luce un rubio furioso, le llegó el proyecto televisivo más importante de su vida: "El Deseo", la nueva tira que Telefé pondrá al aire a partir de mañana. Ella lo sabe y lo dice. Carmen, su personaje, será una chica "sin los prejuicios de la moral burguesa". Tendrá tres hombres a la vez. Y, aunque sorprenda, ella se siente habilitada para hacerlo.

La tira tratará de reeditar el éxito que logró el año anterior "Resistiré", con una fórmula que combina buen nivel artístico, un libreto transgresor y una altísima medición de audiencia.

-Las promociones de "El Deseo" sugieren una historia cargada de erotismo, ¿la tira cumplirá con esta expectativa?

-Decir "deseo" ya es decir algo fuerte. "El Deseo" implica varias cosas intensas: deseo sexual, de poder, amor y venganza. Mi personaje es muy sensual, pero de todos modos sospecho que se fueron de mambo con la expectativa. Por el momento mi personaje despliega erotismo pero no escenas carnales.

-¿Cómo es Carmen, tu personaje?

-Es una mujer sin ningún prejuicio, un personaje súper erótico. Es una mujer pasional y arriesgada, segura y frágil al mismo tiempo. Eso sí, es una mujer muy sensual. Tal vez por su historia personal. No tiene ninguna moral cotidiana-burguesa. De hecho, se relaciona con tres hombres al mismo tiempo, y para ella está todo bien. Con uno se relaciona bien desde lo sexual, con otro por el lado intelectual y con el otro del lado de la dulzura.

-¿Cómo se forjó esa personalidad?

-Carmen guarda una historia familiar muy fuerte. Eso es algo que se irá develando con el tiempo. Llega a El Deseo casi por casualidad y allí encuentra un mundo aparte. Se obstina por estar en el aire, en volar. Cuando toca el piso se conecta con el dolor, con el sufrimiento.

-¿Qué te pasa cuando te ves en repeticiones como "Muñeca brava"?

-Me veo más mujer, más adulta, más sólida. Sería peligroso que me reconociera en un trabajo que hice hace cinco años. Igual es una alegría que haya estado ahí, porque por eso hoy puedo estar aquí, haciendo "El Deseo".

-¿Qué lugar tenía la idea de deseo en tu vida, antes de que te llegara este personaje?

-El deseo moviliza las ilusiones y los sueños de las personas. Pero ojo que también es riesgoso. Si uno desea todo el tiempo puede resultar frustrante. Conseguís algo, te aflora el deseo por otra cosa, volvés a conseguir y a desear y así de seguido. Y si no lo conseguís te frustrás. Esa rueda puede no ser sana. Prefiero desear convertirme en mejor persona y punto. Y no hacer del deseo un ejercicio constante.

- Un aprendizaje.

-Todo el tiempo. El deseo no debería ser un tema de la mente antes que del corazón. Si estamos todo el tiempo pensando en lo que queremos, el riesgo es olvidarse de vivir. Y eso a mí me pasa. Por ejemplo, cuando empecé a entrenar ya me quería trepar el primer día, y no podía. Tuve que aprender el oficio de la paciencia.

-¿Qué rasgo distintivo tiene "El Deseo"?

-Algo en común de todos los personajes que hacen "El Deseo" es la ambigüedad. Nadie es de tal o cual modo. Hay que seguir la historia para entender qué le va pasando a cada uno en los distintos capítulos.

-¿El libro de "El Deseo" te enganchó ni bien lo leíste o te despertó dudas?

-El proyecto de "El Deseo" me gusta todo. Esto no siempre te ocurre, sobre todo en la televisión. En este caso me gusta la música, la iluminación, los actores, los libros...todo. Por ejemplo, la edición me parece genial. Es una instancia que tiene el poder de dejarte pagando o transformarte en una gran actriz. Celebro que la edición de "El Deseo" apunte a esto último.

-¿Es complicado meterse con un personaje que tiene tres galanes simultáneos?

-Todas las mujeres somos en parte como Carmen, mi personaje. Una mujer que un día es una persona y al otro día cambió, y es otra cosa distinta. No deberíamos tenerle miedo a esos virajes y dejar que fluyan las situaciones.

- ¿Y cómo te va con tu vida, fluye?

-En mi vida soy una chica arriesgada, pero conservadora. Soy distinta a Carmen, ella es una chica más abierta, más lanzada. Eso me viene muy bien, aprendo de ella, tomo sus cualidades y las hago propias. Es como robar algunas ideas de los autores, que se atribuyen al personaje, y que de algún modo son puntos de vista que tomo para mi vida personal.

-¿Tenés confianza en el proyecto?

-Cuando empiezo un trabajo siempre siento que es lo mejor que me podía tocar. Tengo un optimismo natural. Habitualmente me tocaron papeles de comediante, y en ese rol me siento cómoda, muy segura. Casi te diría que saco adelante los personajes de taquito. Pero "El Deseo" es otra cosa. Este es mi personaje más jugado. El humor es más ácido, el clima es más bien dramático, vamos a las 22.30 y mi personaje es muy arriesgado. Aunque tengo una ventaja, salgo con un elenco muy fuerte, estoy apuntalada, entre otros, por Alicia Brusso y Daniel Fanego, que son actores muy importantes.

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